iPhone 16 Pro y iPhone 16 Pro Max, análisis: atrincherado en la apuesta segura

El iPhone 16 Pro llega refinando el concepto, mejoras en su cámara y el potente chip A18 Pro, prometiendo una experiencia más fluida. Apple sigue puliendo la fórmula que funciona, con cambios sutiles pero efectivos.

He analizado todos los iPhone en los últimos 17 años. No se me olvidará jamás como en 2007 volvía en tren a casa, con el iPhone original en mis manos, como quien sostiene tecnología de otro planeta. Recuerdo a la gente con la boca abierta en el metro preguntarme qué era aquello, mientras hacía zoom a una foto con mis dedos. Las colas en mi mesa de la oficina. El jailbreak para poder llamar por teléfono en España.

También recuerdo mis últimos teléfonos antes del iPhone. Uno de ellos fue un Sony Ericsson Z520i, lo compré en marzo de 2006, tuve varios de la marca. Le tuve mucho cariño al T300, uno de los primeros con pantalla a color (aunque sólo fueran 256). También algunos Nokia (¿quien no tuvo uno?). En esa época cada móvil era diferente en forma. Cada uno quería tener su estilo, diferenciarse, llamar la atención, tener los diseños más locos. Un antes y un después en intenciones separadas por el epicentro que fue el 9 de enero de 2007.

La presentación del iPhone 16 llegaba con la promesa de brillar. “It’s Glowtime”, rezaba el título del evento que parecía apostar demasiado a Apple Intelligence en los nuevos dispositivos. Con todo, fue un evento algo raro, viendo el estado de la IA de Apple y sus planes de entrega actuales. Veamos como son el resto de mejoras que ya podemos disfrutar en el iPhone 16 Pro que está en las tiendas.

iPhone 16 Pro, ficha técnica

La era del iPhone convertido en “commodity”

Ya no existe el iPhone de la inmediatez, el del enamoramiento instantáneo. El de las fotos en el metro, el de los WOW por el aspecto. La idea de Steve Jobs con el iPhone era crear un producto perfecto de comunicación evolucionado que consiste en iterar firmemente cada modelo. Los primeros años fueron los años de los experimentos, la época de los “autos locos” de los Nokia pre-iPhone.

El iPhone 4 tan cuadrado con trasera de vidrio, el iPhone 5c con carcasa de plástico... Estas variaciones también sirvieron para tener claro que camino tomar, pero sobre todo, cual no tomar. Por eso, desde los iPhone 6 y posteriores, los diseños se normalizaron. Este “planchado” en aspecto responde a sólo una pregunta del concepto original: tener siempre el mejor iPhone posible de la forma esencial en la que todo encaja mejor.

Desde los últimos modelos, y sobre todo desde el iPhone 16, se puede pensar que el teléfono de Apple ya no es un producto en sí. Se ha convertido en un “commodity”, una materia prima cuyo auténtico valor lo define su visión de origen y su evolución firme, un elemento productivo básico en nuestro día a día - para nuestra creatividad y trabajo, absolutamente refinado y destilado en su forma más esencial.

La tecnología es posible que lo haga más delgado (lo veremos sin duda con el iPhone 17), pero se alejará de los experimentos de las otras marcas, como las pantallas plegables (al menos como con el concepto “iPhone”) - como antes también se alejaron de las pantallas curvas. Apple entiende lo que tienen entre manos y año tras año entiende el ciclo de renovación como un proceso de purificación del concepto original con lo que saben que funciona. Y siempre de dentro hacia afuera, potencia y posibilidades por encima del propio asombro por un formato físico diferente, que ya está muy bien aterrizado.

iPhone 16 Pro, refugiado en su propio diseño

Mientras en la galaxia de los teléfonos inteligentes todos buscan llamar la atención por el disfraz, este año Apple ha decidido que tocaba atrincherarse en lo que les ha funcionado en los últimos años: un diseño compacto, con materiales de calidad tomo el titanio de grado 5 - el mismo material utilizado en la industria aeroespacial - pero prácticamente indistinguible de la generación anterior.

Los nuevos colores tampoco ayudan mucho: el color Titanio color desierto - el que define a esta generación - es muy similar al color oro del iPhone 12 Pro pero más atenuado. De hecho, estos iPhone 16 Pro son conservadores incluso en los colores: todos ellos presentan una coloración excesivamente “lavada” respecto a la generación anterior, suavizando mucho el aspecto. Sin duda esto es cuestión de gustos, pero si en diseño físico no vas a diferenciarte, opino que hubiera sido una buena idea unos colores más atrevidos o al menos con más fuerza.

El diseño y la presencia sigue siendo imponente, es un iPhone rotundo en aspecto - pero como lo lleva siendo los últimos años. Quizás esta generación ha sido excesivamente predecible estéticamente, sin sorpresas. La pantalla Super Retina XDR pasa de 6,7 pulgadas a 6,9 pulgadas en el Max y de 6,1 a 6,3 en el Pro normal, pero prácticamente no es apreciable ni siquiera teniendo ambas generaciones una al lado del otro. Es también unos milímetros más alto y ancho, y unos 6 gramos aproximadamente más pesado, pero tampoco es algo que se aprecie con el uso en el día a día.

La llegada del control de cámara en el iPhone 16 Pro suma un nuevo botón háptico en el mismo lado del botón de encendido. Está situado en la parte inferior, y a pesar de que las primeras veces siempre se pulsa accidentalmente al sujetar el teléfono (ya que está en la zona de agarre) - en cuestión de horas deja de ocurrir y me acostumbré más rápidamente de lo que pensaba. Actualmente estos toques accidentales ya no me ocurren.

En diseño, estamos en el punto de “la maldición de lo perfecto” y este año debemos preguntarnos si Apple está preparando el siguiente paso para la evolución del teléfono si ha sido tan cauta con el aspecto en el iPhone 16 Pro. Sin duda ocurrirá con el iPhone 17: la tecnología de miniaturización que hemos visto con la llegada del M4 en el iPad Pro M4 lo hará posible, tal y como veremos próximamente con el nuevo Mac mini M4 que llegará a final de octubre.

La pantalla, un mayor terreno de juego

Este año el lienzo donde vemos nuestro mundo digital en el iPhone 16 Pro ha subido en tamaño, pero no es algo que se note en el día a día. Ganamos algo en resolución (por ejemplo, pasamos de 2.796 por 1.290 píxeles a 2.868 por 1.320 píxeles en los Max), pero se mantienen los puntos por pulgada en 460.

Sin embargo, me gustaría destacar como han conseguido mejorar el tamaño de pantalla, que no ha sido trivial: los circuitos electrónicos o conexiones que hay dentro de la pantalla han sido colocados debajo de los píxeles que componen la pantalla, en lugar de alrededor de ellos. Esta innovación permite que la pantalla tenga bordes más delgados, ya que los circuitos no necesitan espacio adicional en los bordes, lo que contribuye a un diseño más estilizado sin comprometer la calidad de la imagen ni generar distorsiones. En mi opinión es una mejora técnica muy inteligente que permitirá bordes aún más delgados en próximas generaciones... o una Dinamic Island aún más pequeña en el futuro.

A pesar de que Apple lleva dos años sin tocar las características principales de la pantalla Super Retina XDR, el panel del iPhone 16 Pro es sobresaliente. Es capaz de sostener el brillo máximo de 2000 nits de forma eficiente, y este año ha sido mejorado por los cambios en la disipación térmica interna, sin reducir el brillo.

Estuve probando los nuevos iPhone 16 Pro en Playa del Carmen, México, con los nuevos dispositivos a pleno sol y este año aguanta mucho mejor el calor que los iPhone 15 Pro de 2023. No veo necesidad de aumentar los nits de brillo máximo a partir de los 2000, ya que las condiciones de iluminación tanto en interiores como en exteriores lo hacen perfectamente visible - con un equilibrio casi perfecto con la calidad de pantalla.

Algo que ha pasado desapercibido este año es la capacidad de la pantalla de bajar literalmente a 1 nit, lo cual ayudará cuando estamos utilizándolo en plena oscuridad para no deslumbrarnos. El chip A18 Pro controla que la transición entre escalones de brillo sea progresivo, por lo que en esta generación los extremos de luminosidad dan muchas más posibilidades entre el mínimo y el máximo para adaptarlo al momento de uso.

Un cambio que sí que me gustaría ver en una próxima generación y echo en falta en este panel es una cubierta antirreflejos que potencie sobre todo el contraste de las imágenes en condiciones de exposición de luz directa. Sería un cambio importante y útil en nuestro día a día sin necesidad de invertir más esfuerzo en un nuevo panel a nivel de hardware.

Fotografía, pequeños cambios pero marcan la diferencia

Este año tanto la gama Pro como la Pro Max comparten características en las cámaras, sin diferencias entre ellos. El iPhone 16 Pro incorpora un teleobjetivo con zoom óptico de 5x, una novedad que anteriormente solo estaba disponible en el modelo Pro Max del iPhone 15. Esta mejora permite capturar imágenes detalladas de sujetos lejanos sin sacrificar la calidad, aunque personalmente echo de menos las posibilidades creativas del zoom óptico de 3x - el salto del 2x al 5x quizás necesitaría un punto intermedio más cómodo.

Una de las novedades de este año es la cámara ultra gran angular, que ahora cuenta con un sensor de 48 megapíxeles, lo que representa una mejora notable en la resolución respecto al modelo anterior. Esta evolución permite capturar imágenes con una nitidez excepcional, especialmente en condiciones de buena iluminación, y abre la puerta a más posibilidades en la fotografía macro.

Gracias al sensor de 48 MP en la cámara ultra gran angular, se pueden capturar detalles muy precisos, a distancias muy cortas. Esta función ha sido ampliamente mejorada desde el iPhone 13 Pro, lo que permite tomas más cercanas sin perder calidad. Las imágenes macro en este modelo son notablemente superiores, con una resolución que permite obtener un nivel de detalle impresionante respecto a generaciones anteriores - sobre todo mucho más enfocadas.

Sin embargo, es importante moderar las expectativas en situaciones de poca luz. Aunque el nuevo sensor de 48 MP mejora la calidad de las imágenes, su tamaño físico sigue siendo el mismo que el del modelo anterior. Esto puede dar lugar a un mayor ruido en las imágenes capturadas en entornos oscuros, lo que se traduce en fotos menos definidas. Aunque el ultra gran angular es excelente para capturar paisajes amplios, no puede igualar el nivel de detalle que ofrece la cámara principal en condiciones de iluminación desfavorables.

La cámara principal del iPhone 16 Pro, denominada Cámara Fusion, es la verdadera joya del sistema fotográfico. Con un nuevo sensor de 24 mm, este modelo mejora notablemente el procesamiento de imágenes al combinar datos de 48 megapíxeles y 12 megapíxeles para generar fotos de 24 megapíxeles con una calidad sobresaliente. Este enfoque de “fusión” no solo garantiza resultados excepcionales en las capturas diarias, sino que también optimiza la experiencia al mantener la esencia de la fotografía móvil.

¿Por qué el iPhone 16 Pro no siempre toma imágenes de 48 megapíxeles? El iPhone 16 Pro no siempre captura imágenes a 48 megapíxeles debido a su enfoque en la calidad de la imagen y la optimización del espacio de almacenamiento. En condiciones de luz óptimas, el teléfono puede aprovechar la resolución completa del sensor para capturar imágenes a 48 megapíxeles. Sin embargo, en situaciones de baja iluminación o cuando se requiere un procesamiento más eficiente, el iPhone 16 Pro tiende a utilizar el modo de 12 megapíxeles.

Esto no solo ayuda a reducir el ruido en las imágenes, sino que también minimiza el espacio de almacenamiento requerido y mejora la velocidad de captura. Apple con esto busca equilibrar la calidad de imagen, la eficiencia y la usabilidad, pero también prioriza la inmediatez sin complicaciones de “la cámara que siempre llevamos en el bolsillo”.

El modo nocturno ha mejorado en la gestión del rango dinámico, permitiendo captar más detalles tanto en las áreas oscuras como en las zonas más iluminadas. Sin embargo, este modo puede sobreprocesar ciertas escenas, lo que lleva a resultados menos contrastados de lo deseado. En algunas ocasiones, disparar fuera del modo nocturno puede proporcionar un aspecto más natural y dramático, aunque en mi experiencia, he capturado muy buenas tomas en mis pruebas.

Una de ellas fue en Puerto Morelo, México. En plena noche cerrada, con la luna iluminando las nubes y una luz tenue sobre las sombrillas de la playa. Con sólo 1 segundo de exposición, tomé esta espectacular composición que recoge muy bien el aspecto general real de aquella noche.

El iPhone 16 Pro ha mejorado considerablemente en términos de velocidad de obturación, ofreciendo lo que Apple describe como "sin retardo". Esto significa que cuando el usuario pulsa el botón de disparo, la foto se captura al instante, eliminando prácticamente el desfase entre la acción y la captura, algo que es especialmente efectivo en los modos HEIF y JPG.

Esta rapidez es ideal para capturar escenas en movimiento sin perder detalle. No obstante, en el modo RAW, aunque el rendimiento sigue siendo bueno para un teléfono, la velocidad se reduce a unos cuatro fotogramas por segundo. Es impresionante para un dispositivo móvil, y aunque aún por debajo de lo que por ejemplo una cámara profesional sin espejo puede ofrecer en términos de rapidez, en esta generación el cambio es bastante notable.

Una de mis fotos favoritas entre las pruebas que he hecho estos días para probar la nueva velocidad del obturador, es al perrito de un amigo - un pastor australiano de 9 meses llamado Bandit. Es tan joven como inquieto, y mientras intentábamos tomar algo una terraza, quise tomar alguna foto de él mientras me pedía algún “premio”. Sin dejar de moverse, el iPhone 16 Pro Max fue capaz de hacer la siguiente foto con la cabeza de Bandit en pleno movimiento:

Estamos hablando de una velocidad de disparo de 1/11364 segundos, siendo capaz de capturar una imagen con todos los detalles del pelo, de los ojos, con un contraste increíble entre las zonas de luz y sombras - sin mostrar ninguna parte de la misma borrosa.

Estilos fotográficos y controles de tono, haciendo nuestras las fotos

El iPhone 16 Pro introduce importantes mejoras en el control de las imágenes gracias a la función de Estilos fotográficos y los Controles de Tono, diseñados para ofrecer a los usuarios una mayor flexibilidad a la hora de personalizar sus fotos. Estos estilos permiten ajustar elementos clave como el contraste, los tonos de piel y la saturación, tanto antes como después de tomar la fotografía. A diferencia de los filtros tradicionales, los Estilos fotográficos aplican cambios más sutiles y específicos, respetando la esencia de la imagen sin alterar de manera exagerada los colores o detalles.

Una de las principales novedades es la capacidad de ajustar los matices o tonos subyacentes en las imágenes, especialmente en retratos. Este ajuste permite modificar los tonos de piel de las personas en una foto de manera precisa, lo que garantiza un aspecto más natural y personalizado según las preferencias del usuario. A través de cinco ajustes de los matices, es posible mejorar la representación del color de la piel sin afectar otras partes de la imagen. Esta función resulta especialmente útil para retratos en los que es importante capturar tonos de piel auténticos.

Además de los tonos subyacentes o matices, el iPhone 16 Pro introduce el control de "mood", que permite modificar la "atmósfera" de una imagen. Estos ajustes funcionan de manera similar a los filtros de alta calidad que se encuentran en aplicaciones de edición profesional, y ofrecen nueve configuraciones distintas que permiten cambiar el ambiente de la foto sin perder calidad. Esto significa que se puede dar un toque más cálido, frío o dramático a sus fotos, con la ventaja de poder ver los resultados en tiempo real mientras tomamos la imagen.

El aspecto más técnico e innovador es el nuevo Control de Tono. Este ajuste, que se basa en la tecnología de mapeo de tonos (tone mapping), permite a los usuarios modificar el nivel de contraste y las sombras de la foto, lo que devuelve un equilibrio natural entre las zonas claras y oscuras. En las generaciones anteriores, el procesamiento de imágenes del iPhone tendía a suavizar los contrastes, lo que a menudo resultaba en fotos que parecían "planas" o sin vida. Con este nuevo control, los usuarios pueden devolverle más dinamismo a sus fotos, ajustando las sombras para crear una imagen con más profundidad y riqueza visual.

Un detalle interesante del Control de Tono es que su aplicación es contextualmente inteligente. Es decir, reconoce diferentes elementos de la imagen, como rostros o cielos, y aplica los cambios de manera más inteligente. Esto significa que puedes ajustar las sombras en una escena sin que los rostros de las personas se vean afectados de forma no natural. Esta función resulta especialmente útil en fotografías al aire libre o en situaciones de luz mixta, donde equilibrar correctamente las zonas de luz y sombra puede marcar la diferencia.

Los Estilos Fotográficos y los Controles de Tono del iPhone 16 Pro ofrecen una personalización más precisa y avanzada que en modelos anteriores, permitiendo a los usuarios no solo capturar imágenes de alta calidad, sino también ajustar y perfeccionar el aspecto de las mismas de forma sencilla. Estas mejoras en el iPhone 16 Pro nos dan mayor control sobre nuestras fotografías, sin necesidad de recurrir a aplicaciones de edición externas.

Grabación en vídeo, una cámara de cine en el bolsillo

El iPhone 16 Pro se posiciona este año como una de las herramientas más avanzadas para la grabación de vídeo en smartphones, y lo hace con mejoras clave que apuntan tanto a profesionales como a usuarios aficionados. Una de las grandes novedades es la capacidad de grabar en 4K a 120 fotogramas por segundo (fps) con soporte para Dolby Vision, lo que nos permite capturar vídeo en la más alta calidad vista hasta la fecha en un iPhone. Este nivel de resolución y velocidad de fotogramas ofrece resultados espectaculares, especialmente en escenas de acción o deportes, donde el detalle y la fluidez son fundamentales.

Durante mis pruebas en México, la grabación en vídeo ha resultado excepcional con este nuevo formato. Para probarlo en un ambiente menos cotidiano y con condiciones menos óptimas, buceé en Akumal - una pequeña localidad costera situada en el estado de Quintana Roo, en la Riviera Maya de México. Su nombre en maya significa "lugar de las tortugas”, y eso fue exactamente lo que hice: bucear con tortugas y grabarlas con el iPhone 16 Pro Max en 4K a 120 fotogramas por segundo. El resultado fue espectacular:

El video fue grabado con el iPhone 16 Pro Max directamente, sin usar ninguna funda ni protector - con el teléfono, sin más. Aunque no recomiendo sumergir el iPhone directamente en el agua del mar, si lo hacéis (jamás por más de 30 minutos y en inmersiones de menos de 6 metros) recordad que inmediatamente después de la sesión, hay que enjuagarlo con agua dulce.

Lo hice así para probar la resistencia a la distorsión de las lentes causada por la refracción en un medio acuático, y comprobar como desarrolla la captura en un medio tan diferente como el que estamos acostumbrados en superficie. En generaciones anteriores, el sistema de cámaras devolvía imágenes algo borrosas, pero en este iPhone 16 Pro he conseguido una calidad asombrosa en la inmersión que sinceramente me sorprendió muchísimo.

Apple ha introducido nuevas opciones de cámara lenta que enriquecen la capacidad de narrar historias. Gracias a esta combinación de resolución 4K y la alta tasa de fotogramas, podemos ralentizar la acción con una calidad muy buena, lo que resulta ideal para crear efectos dramáticos en vídeos destinados a redes sociales o incluso en producciones cinematográficas. Y todo esto es aún más accesible gracias a la aplicación actualizada de Fotos en iOS 18 (no todo es tan complicado en ella), que nos permite ajustar la velocidad de reproducción con mayor flexibilidad, dándonos control total sobre cómo queremos que se vea cada escena.

La captura en cámara lenta es capaz de tomar muy buenas imágenes, consiguiendo efectos casi cinematográficos y sin perder calidad. El modo Cinemático en 4K sigue siendo una de las herramientas más atractivas para los usuarios que buscan grabar vídeos con ese aspecto de cine, controlando la profundidad de campo y el enfoque de forma automática y fluida. Además, el Modo Acción, que estabiliza el vídeo en tomas dinámicas, continúa siendo una característica clave para capturar escenas en movimiento sin sacrificar la estabilidad de la imagen, lo que lo convierte en una opción ideal para grabaciones deportivas o de aventuras.

Los principales cambios en mis pruebas para estos dos modos son sin duda el encuadre mejorado, que antes se limitaba a personas y ahora es capaz de enfocar objetos con una muy buena velocidad de cambio - todo de forma automática. En cuanto a la calidad de grabación, el resultado es muy similar al del iPhone 15 Pro.

Uno de los atractivos del iPhone 16 Pro, al igual que pasó en el iPhone 15 Pro, es la grabación en ProRes y Log directamente - aunque si lo hacemos con la app nativa necesitaremos un dispositivo USB-C externo conectado para almacenar la captura. Si no queréis complicaros y tenéis un iPhone con gran capacidad de almacenamiento, os recomiendo la fantástica aplicación Kino - de los creadores de otra maravillosa app muy apropiada para exprimir estos nuevos iPhone como es Halide.

Con Kino, podemos capturar en Los 4K y luego procesar incluso en tiempo real desde el mismo teléfono - sin necesidad de unidades externas. Aquí mención especial para la potencia del nuevo procesador A18 Pro, que es capaz de aplicar estos efectos en tiempo real de forma muy rápida. Apropiadísimo si queremos grabar video en este formato y procesarlo sin más complicaciones allá donde estemos, sin necesitar ningún otro dispositivo y con rapidez.

Control de cámara, cámara bajo control

El Control de Cámara es una de las grandes novedades del iPhone 16 Pro, introduciendo un nuevo nivel de interacción para los usuarios que buscan acceso rápido y preciso a las funciones de la cámara. Aunque no es un botón físico en el sentido tradicional, este control capacitivo está diseñado para facilitar la experiencia de captura, ofreciendo retroalimentación háptica al pulsarlo. Una simple presión activa la cámara de inmediato, lo que permite capturar fotos al instante, tanto en modo horizontal como vertical. Esta funcionalidad hace que el proceso de toma de fotos sea mucho más fluido, especialmente para quienes desean reaccionar rápido ante escenas espontáneas.

Una de las características más útiles de este control es la capacidad de ajustar el zoom deslizando el dedo sobre la superficie. Este gesto nos permite hacer zoom de manera rápida y precisa, sin necesidad de tocar la pantalla o perder tiempo navegando por los menús. Esta función es especialmente útil en situaciones donde el momento de la captura es clave, como en la fotografía de acción o al grabar vídeos.

Con un doble toque, podemos acceder a un menú rápido que nos ofrece ajustes esenciales como la exposición, la profundidad de campo y los estilos fotográficos. Este acceso directo a configuraciones avanzadas simplifica el proceso de personalización de las fotos, dándonos un control más detallado sobre cómo queremos que se vea cada imagen sin tener que pasar por complejos menús de la aplicación.

Apple ha prometido que en una próxima actualización añadirá un obturador en dos fases a este control de cámara, permitiendo un ajuste del enfoque con la primera presión y la toma de la fotografía con la segunda - tal y como ocurre en las cámaras profesionales.

Un doble toque suave en el Control de Cámara abre un menú rápido, lo que permite ajustar parámetros esenciales como la exposición, la profundidad de campo y los estilos fotográficos. Esto aporta un nivel de control que anteriormente requería entrar en la aplicación de la cámara o navegar por varias opciones. El nuevo Control de Cámara también contribuye a liberar el Botón de Acción en el lateral del iPhone 16 Pro, permitiendo reservarlo para otras funciones o accesos directos personalizados.

Sin embargo, aunque el Control de Cámara aporta una nueva forma de interactuar con las herramientas fotográficas, también requiere un pequeño periodo de adaptación. Los gestos y las acciones adicionales pueden ser algo confusos al principio, especialmente para quienes están acostumbrados a interfaces más tradicionales. Además está pensado sobre todo para ser usado con el móvil en horizontal, en vertical es algo más incómodo y requiere de una mejor sujeción del móvil en la parte inferior - mientras accionamos el botón con la otra.

Es además un cambio que probablemente la gente fuera de nuestra burbuja “tech” no utilizará mucho, sin embargo, en mis pruebas una vez que lo dominas es mucho más rápido que hacer fotos de la forma tradicional con la pantalla - y sobre todo aporta más precisión en los ajustes. Apple además ha liberado las APIs para que otras aplicaciones de fotografía las utilicen, como Halide, Spatialify (una app interesantísima para grabar videos y fotos espaciales para Apple Vision Pro) o la mismísima Instagram.

El botón se puede usar perfectamente a través de nuevas fundas especiales que trasladan la presión al botón. Para el análisis, he probado dos de Apple y en ambas el teléfono ha reaccionado al instante, lo cual nos dice que es algo que la compañía ha pensado bien. Para sacarle el máximo provecho, hay que acostumbrarse a él, pero después de hacerlo, todo es mucho más ágil en la interacción con la cámara - en mi caso superando la rapidez de usar la pantalla de forma tradicional.

Rendimiento, el procesador A18 Pro

El procesador A18 Pro del iPhone 16 Pro es una evolución lineal en cuanto a potencia y eficiencia, diseñado para maximizar el rendimiento de este dispositivo sin sacrificar autonomía. Fabricado con tecnología de 3 nanómetros de segunda generación, es capaz de ejecutar tareas complejas con mayor rapidez y menor consumo energético que sus predecesores. Esto se traduce en un iPhone que no solo es más rápido, sino también más eficiente, alargando la duración de la batería incluso durante el uso intensivo de aplicaciones exigentes.

Uno de los aspectos más destacados es la nueva unidad de procesamiento gráfico (GPU), que ahora cuenta con seis núcleos, uno más que en la generación anterior, y es hasta un 20% más rápida. Este aumento en capacidad gráfica no solo es apropiada para juegos, sino también para tareas como edición de vídeo en 4K o aplicaciones de realidad aumentada, donde la velocidad de procesamiento gráfico es fundamental.

Además, la incorporación de trazado de rayos acelerado por hardware duplica la velocidad respecto a la generación anterior - aunque en mis pruebas con Assasin’s Creed Mirage o Death Stranding no he notado una mejora en este aspecto (sí en el rendimiento, que se mueve con mucha más suavidad que en el iPhone 15 Pro Max). Probablemente se necesiten de optimizaciones específicas o juegos más complejos para sacar todo el juego a este Ray Tracing mejorado.

Los resultado del test sintético Geekbench arrojan resultados espectaculares para el A18 Pro, situándolo en potencia de núcleo por encima de los procesadores M3 de la marca.

Con un benchmark más orientado a gráficos, como el Wild Life Extreme de 3D Mark, vemos buenos números en pruebas cortas y es capaz de sostener más tiempo que el iPhone 15 Pro Max los núcleos más demandantes de forma continuada - apoyada por la mejora en la refrigeracion térmica de esta generación.

La nueva refrigeración del iPhone 16 Pro supone un avance importante respecto a versiones anteriores, con un diseño interno revisado que mejora la capacidad para manejar el calor generado durante tareas exigentes. Gracias al chasis de titanio de grado 5 y una subestructura de aluminio cubierta de grafito, el sistema es capaz de disipar el calor de manera teóricamente más eficiente.

Esto permite que el dispositivo mantenga un rendimiento más estable en sesiones prolongadas de uso intensivo del procesador, como juegos de última generación o grabación de vídeo en alta resolución. En términos simples, el iPhone 16 Pro es capaz de operar a su máxima potencia durante más tiempo sin sufrir sobrecalentamientos.

Esta mejora en la gestión térmica se traduce en un rendimiento sostenido cuando exigimos el máximo del teléfono. Anteriormente, bajo cargas intensas, solíamos experimentar una ligera reducción del rendimiento para evitar el calentamiento excesivo, pero ahora la situación ha cambiado. El nuevo sistema de refrigeración distribuye mejor el calor, lo que ayuda a que podamos realizar tareas exigentes sin notar esas caídas en la velocidad o en la capacidad de respuesta del dispositivo.

El uso de materiales como el grafito es clave en este proceso. Este elemento, integrado en la estructura interna, no solo mejora la conducción del calor, sino que también evita que ciertas zonas del teléfono se calienten más que otras, lo que solía ser un problema cuando realizábamos actividades prolongadas, como la edición de vídeos en 4K o juegos de alta demanda gráfica.

En general la sensación de usar el nuevo iPhone 16 Pro es que contiene mejor el calor que la generación anterior. Lo he notado por ejemplo incluso al usar la carga inalámbrica, que como sabéis, siempre tiende a calentar la parte trasera del teléfono. A pleno sol en la playa, el brillo resiste algo más a niveles altos sin reducirse para refrigerar la estructura.

Batería, una mejora significativa

Este año pasamos a una batería mayor en los modelos Pro: combina una batería algo más grande junto a la mejor eficiencia energética del procesador A18 Pro, lo que debería traducirse en un rendimiento sostenido durante a lo largo del día, incluso bajo un uso intensivo.

El iPhone 16 Pro Max promete hasta 4 horas más de autonomía en tareas exigentes como la reproducción de vídeos, comparado con modelos anteriores. En pruebas de uso real, esto se traduce en la posibilidad de pasar todo el día utilizando aplicaciones, capturando fotos o vídeos en 4K, y disfrutando de juegos con gráficos avanzados, sin tener que preocuparnos por buscar un cargador a mitad del día. La combinación de hardware y software ha optimizado muy bien el consumo energético en cada aspecto, desde las funciones en segundo plano hasta el uso de la pantalla de alta tasa de refresco - y es claramente un campo donde Apple sabe destacar.

En mis pruebas, he notado una diferencia muy notable respecto a la generación anterior, permitiéndome un uso normal del dispositivo durante un día completo (de 9:00 a 00:00) llegando al final del día con un 35% de batería en el caso del Max y 23% en el caso del Pro normal.

Son muy buenos números, ya que lo he probado en circunstancias donde habitualmente la batería se drena más rápidamente, por ejemplo en zonas con muy poca cobertura donde el iPhone hace un esfuerzo extra para recuperar la conexión. Sin duda, la mejora en la batería es uno de los puntos ganadores de esta generación.

Sonido, una de las grandes sorpresas

El nuevo sistema de sonido del iPhone 16 Pro me ha dejado realmente impresionado tras probarlo a fondo. Lo primero que noté fue la calidad de los cuatro micrófonos de estudio que incorpora, capaces de capturar audio con una claridad excepcional, incluso en ambientes complicados.

En una de mis pruebas, grabé un vídeo en varios lugares concurridos, y el teléfono logró reducir significativamente el ruido de fondo, destacando la voz principal sin esfuerzo, aunque la calidad del aislamiento depende de la cercanía del locutor y el tipo de ambiente sonoro (con voces y música simultáneamente he visto que es más difícil de separar, aunque los resultados siguen siendo buenos). Este nivel de claridad hace que cualquier grabación suene casi profesional sin apenas esfuerzo, sobre todo si no contamos con nada más que nuestro iPhone para grabar contenido.

La captura de audio espacial es uno de los avances que más me llamó la atención. Al reproducir vídeos grabados con esta tecnología, la experiencia auditiva es completamente inmersiva. Usé unos AirPods Pro para probar el efecto, y fue como estar dentro de la escena. Los sonidos se distribuyen a tu alrededor, generando una sensación tridimensional que aporta una nueva dimensión a los vídeos. Lo curioso es que no solo funciona con los auriculares, sino que también se nota en altavoces compatibles, lo que mejora la calidad general de las grabaciones.

Una de las funciones sin duda más sorprendentes es la “Mezcla de Audio”. Esta herramienta me permitió editar el sonido de los vídeos después de haberlos grabado, lo que es una auténtica maravilla porque no necesitamos recordar hacer nada en el momento de la grabación. En particular, el modo “En Pantalla” me permitió aislar el sonido del sujeto principal dentro del encuadre, ideal para vídeos donde el protagonista principal necesita destacar. Apple ha creado sin duda el dispositivo esencial para cualquier creador de contenido en movimiento.

También probé el modo “Cine”, que ajusta los sonidos de manera envolvente manteniendo una normalización acústica en las voces, recreando una experiencia similar a la de una película. Me sorprendió lo sencillo que es ajustar estos parámetros directamente desde el dispositivo, sin necesitar programas de edición adicionales y en tiempo real.

En cuanto a la calidad del sonido con los altavoces integrados, los nuevos iPhone 16 Pro suben algunos decibelios respecto a la generación anterior - lo cual ayuda en las llamadas por FaceTime o simplemente para escuchar nuestra música favorita directamente desde el móvil. También se ha mejorado la calidad del sonido en sí, con unos graves más contundentes y un sonido mucho más claro. Si hablamos por teléfono, el chip A18 Pro apoya al subsistema de sonido para aislar la voz mejor en condiciones de viento o ruido exterior - lo cual es muy útil para la vida diaria.

Apple Intelligence, el gran ausente

Durante el evento, Apple basó su estrategia de comunicación en que estos nuevos iPhone 16 Pro estaban diseñados para Apple Intelligence. El problema, es que la IA de Apple se encuentra en una fase muy temprana y distribuida aún en fase beta - no está en el mismo punto de desarrollo que pudimos ver en la WWDC24, el cual estaba mucho más avanzado pero aún en desarrollo.

Se espera una gran actualización de Apple Intelligence a finales de este 2024... pero sólo en Estados Unidos y en inglés. En Español, la compañía aseguró que llegaría en 2025 - sin dar más detalles o ventana temporal aproximada. Esto tampoco significa que salga en España: las negociaciones con Europa y sus regulaciones siguen su curso y no parecen ir muy bien.

Las menciones constantes a Apple Intelligence no me parecieron muy acertadas, teniendo en cuenta su estado actual y que los nuevos iPhone 16 Pro (al igual que los iPhone 16) no tienen ningún factor diferencial respecto a los iPhone 15 Pro en el tema de la IA: aunque los nuevos chips sean más potentes, aún no hay nada que sólo puedan hacer los modelos de este año con Apple Intelligence de forma exclusiva o mejor.

Para este análisis, no es posible probar nada de Apple Intelligence de forma oficial, por lo que tendremos que esperar aún a 2025 para ver como se complementan las novedades en este aspecto con iOS 18 y la forma en la que llega a España. Apple Intelligence no es por ello en 2024 un factor a considerar por si mismo para la compra de un iPhone 16 o iPhone 16 Pro.

iPhone 16 Pro y iPhone 16 Pro, un año de evolución

Los iPhone 16 Pro de este año se resguardan en la idea esencial de lo que es un iPhone, la propia visión de 2007: un dispositivo de comunicación cada vez más potente y con más posibilidades. Ha pasado muchas etapas estos últimos 17 años, pero sigue siendo como una “asíntota” matemática: una progresión lineal acercándose indefinidamente a una objetivo perfecto que nunca llega a tocar.

Se ha hablado mucho estos días del continuismo en esta generación: pero que nadie se engañe. Sigue siendo un iPhone, fruto de 15 generaciones previas de diseños destilados y en su forma actual derrocha calidad y experiencia con este factor forma y estos materiales. Y ser el mejor iPhone que existe, son palabras mayores. Estamos hablando de un dispositivo muy refinado, que ha incluido novedades muy concretas pero pensadas para ser útiles para nuestra vida diaria.

A la hora de actualizar, más allá del nicho de gente que quiera tener lo último o que entre en sus ciclos de renovación de este año, creo que el mejor modelo desde el que saltar sería un iPhone 13 Pro o anterior - donde si notaréis una gran diferencia con este nuevo iPhone 16 Pro.

Por otro lado, se mantienen los precios que ya teníamos el año pasado, partiendo de 1.219€ el modelo de entrada del iPhone 16 Pro o 1.469€ el modelo Pro Max - donde no hay diferencias en capacidades técnicas, sólo en tamaño de pantalla y por supuesto también en batería. Este año el modelo Pro es muy atractivo ya que considero que tiene un tamaño muy contenido y todas las prestaciones del Max.

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