El lanzamiento del iPad debería haber salido antes, en 2007. Tenían entre manos una tecnología increíble, una pantalla multitáctil y un sistema operativo que podían convertir en algo más los dispositivos móviles: algo más que una simple pantalla miniaturizada con software reducido sin más pretensiones que ser algo curioso que podíamos llevarnos fuera de casa.
En Apple no podían fallar, no había margen para ello: aquel nuevo iMac revitalizó la compañía, y todo lo que habían descubierto con el iPod estaba alimentando como nunca antes los esfuerzos para crear algo nuevo, diferente y crear un nuevo segmento de productos. El secreto era sin duda la interfaz, igual que lo fue con el Macintosh y el ratón, el iPod y su clickwheel. El problema es que alimentar la pantalla de un tablet con la suficiente potencia gráfica y una duración de batería aceptable era un reto tecnológico demasiado al límite para aquel momento.
"Convirtámoslo en un móvil". Así nació el iPhone: un proyecto de tablet miniaturizado y rediseñado para convertirse en algo que revolucionará los teléfonos inteligentes. El iPad no murió en aquel momento, pero el proyecto debía madurar mucho más. Y también era importante estudiar cómo iba a funcionar ese nuevo teléfono de Apple, para explorar las posibilidades. En los años siguientes el iPhone cambió el mundo, y el iPad quería conseguir lo mismo en otros tipos de dispositivos.
¿Qué es un iPad y hacia donde se dirige?
Realmente, el iPad llegó en un momento no tan importante para el dispositivo como en el móvil. Todos llevábamos un teléfono en el bolsillo en 2007, pero no todos entendíamos para que necesitábamos o íbamos a querer una tablet. Quizás para todo ello ayudó que lo que existía en aquel momento no atraía más que a ciertos sectores concretos, pero a la vez, no acababa de definirse.
La decisión fácil hubiera sido utilizar OS X en el iPad, pero el dispositivo sería menos permeable a los cambios y Apple pensaba en otra dirección
Puede parecer que estábamos en el mismo punto - indefinido - que los móviles, pero eran distintos tipos de mercado. Mientras uno - los primeros - ya estaban metidos dentro de nuestra vida diaria, los tablets eran considerados como una herramienta secundaria que utilizaban los locos por la tecnología y poco más. La idea de llevar un sistema operativo de escritorio en una pantalla táctil tampoco ayudaba mucho. Hoy en día, mucha gente aún se cuestiona por qué Apple no fue por la vía fácil y puso OS X en el iPad, en lugar de iOS. La respuesta es esta, aquella situación: los sistemas operativos de escritorio están pensados para herramientas menos permeables a los cambios tecnológicos y van en otra dirección.
¿Hubiera sido más fácil? Sin duda. Se hubieran puesto a la gente de su lado desde el primer momento, y todo hubiera sido más familiar para todos. Tanto, que jamás se habría avanzado en el cambio que realmente Apple proponía para su iPad: ser el ordenador del futuro, entendiendo por ordenador algo alejado de los escritorios, con capacidad para hacer muchas más tareas, de mejor forma, para un mundo que tampoco deja de cambiar. Aquella apuesta fue un recorrido en el que hoy encontramos que ha conseguido alcanzar la madurez: ese es el auténtico significado del apellido “Pro”, y un indicativo de que estamos dentro del trazado del camino.
Diseño
El diseño en los nuevos iPad Pro (pensando también en el de 12,9") no varía mucho de la forma que ya conocíamos en el iPad Air: delgado, con los bordes redondeados y la misma apariencia familiar. En el caso de este nuevo iPad Pro de 9,7", nos encontramos casi con un clon del iPad Air 2 a nivel de apariencia externa: prácticamente mismo peso y sobre todo misma delgadez que por cierto ya me sorprendió en el Air 2, el primer iPad con una relación peso/envergadura cómoda para sostener con una sola mano (437 gramos de peso y 0,61 cm de grosor). Uno de los puntos fuertes sin duda de aquel modelo, y casi un aspecto clave en este, ya que es mucho más.
En el mismo tamaño y proporciones, el iPad Pro de 9,7" cuenta con cuatro altavoces, una cámara fantástica (heredada del iPhone 6s) y por primera vez, con flash True Tone para hacer fotos y crear contenidos de alta calidad, directamente con el iPad. La posición de la antena sigue siendo la misma, aunque mucho más discreta al perfilar solo su contorno, y no mostrarlo como una banda opaca en la parte superior. Quizás un pequeño adelanto de cómo se camuflará en el próximo iPhone 7.
El diseño de este nuevo iPad Pro es familiar, pero aún nos guarda alguna sorpresa
La posición de los botones, altavoces (los dos inferiores) y auricular siguen estando en la misma posición, por lo que podréis aprovechar casi cualquier funda del mercado que exista para el Air 2, aunque habría que vigilar que los altavoces superiores no se tapen demasiado y bloqueen el sonido, sin duda uno de los puntos fuertes del nuevo iPad Pro que conviene disfrutar. Como curiosidades, el nombre del producto sigue siendo "iPad" en la parte trasera (ninguna mención al "Pro") y la manzana está pulida del mismo color que el resto del dispositivo.
La Pantalla
Sin duda, la obra maestra de este nuevo modelo es la pantalla. En un iPad, la pantalla lo es todo, y el iPad Pro de 9,7" cuenta con la mejor pantalla que hemos visto en un dispositivo iOS, a nivel de brillo, reflejos y gama cromática. Apple nos cuenta que este nuevo iPad cuenta con el mismo espacio de color que la industria del cine digital, con un 25% más de saturación que modelos anteriores. En el día a día, esto se traduce en la sensación de que cada una de las fotos, imágenes o vídeos que vemos en ella cuentan con un detalle y un realismo extraordinario, con una resolución de 2048 x 1536 pixeles.
Más allá de la calidad cromática, tenemos que hablar de la nueva característica lanzada por primera vez con este iPad Pro de 9,7": la pantalla True Tone. Con este nombre, Apple se refiere a los medios para obtener un color natural. En el caso del flash True Tone, consiste en utilizar una luz fría junto a otra más cálida para obtener mejor los colores en una escena con poca iluminación.
En el caso de la pantalla, se trata de modificar la calibración de color de la misma para ajustar automáticamente el color y la intensidad de la pantalla en función de donde nos encontremos. Por ejemplo, si estamos en una habitación muy bien iluminada, la pantalla adoptará unos colores/iluminación más fríos para normalizarse con la estancia. Si por el contrario, estamos en una sala con luz más cálida, la pantalla, también adquirirá los mismos tonos.
La mejor forma de entenderlo es pensar en una hoja de papel en blanco: la hoja nunca la vemos totalmente blanca porque su material físico adquiere la temperatura de color de donde se encuentra. La pantalla True Tone hace exactamente eso de forma artificial, utilizando nuevos sensores de luz ambiental para evitar ese contraste entre una pantalla retroiluminada y la realidad.
Sonido
Ahora mismo, estoy escribiendo esto en el iPad Pro escuchando música en él. Y estoy en casa, tengo altavoces Bosé o Jawbone que podría conectar al iPad para oír la música, pero es una auténtica delicia hacerlo directamente desde el iPad con la calidad de sonido que tiene ahora mismo. Desde la aparición del primer modelo, su sistema de cuatro altavoces me fascinó. Por primera vez, tenemos calidad de alta fidelidad en un dispositivo tan delgado e increíblemente potente como éste, sin más complicaciones, en cualquier sitio que estemos y sin cargar con nada más.
En este iPad Pro de 9,7", Apple ha tenido que conseguir algún centímetro extra reduciendo ligeramente el tamaño de la batería - que ha tenido que compensar con algún ajuste extra el sistema operativo para conseguir la misma capacidad de generaciones anteriores - pero cuenta con el mismo juego de altavoces que su hermano mayor de 12,9". Lo más interesante es que también utiliza el acelerómetro para ajustar las frecuencias más altas en el par de altavoces que queden en la parte superior, lo sujetemos como lo sujetemos. Una gran idea para cuando estamos jugando o mostrando un vídeo mientras lo sostenemos.
Cámara
Apple apostó fuerte por el iPad como creador de contenidos, y no sólo como consumidor de los mismos. Así, como herramienta de creación, la mejora sustancial de la cámara es algo a destacar. El nuevo iPad Pro de 9,7" cuenta con la misma fantástica cámara que ya hemos visto en el iPhone 6s, acompañándola incluso por el flash True Tone también. Pasamos de una cámara de 8 Mpx a una de 12 Mpx, con enfoque automático con Focus Pixels (para enfoque inteligente, mucho más rápido), apertura de f/2,2, cubierta de la lente de cristal de zafiro (para mejorar resistencia)... Un conjunto de mejoras que se aprecian cuando disparas algunas instantáneas directamente con el iPad.
Otra de las grandes mejoras de este modelo es que por fin, podemos grabar vídeo en 4K (3840x2160) a 30fps, directamente con este nuevo iPad. Se mejora también la grabación de vídeo 1080p que pasa de los 30fps del modelo de 12,9" a 60fps, o la grabación en cámara lenta que ahora podremos obtener en 120fps para 1080p o 240fps en 720p. Se nota también la mejora en la estabilización del vídeo, más notable en el iPad porque el dispositivo es más complicado de sostener que un teléfono.
Sin olvidar la cámara frontal, que más allá de los famosos selfies, muchos utilizamos para reuniones vía teleconferencia, donde la resolución aumenta a 5 Mpx desde los 1,2 Mpx del modelo 12,9" - un cambio muy sustancial que se aprecia desde el primer uso, aunque la grabación de vídeo se mantiene en 720p - que además viene acompañado del Retina Flash, un cambio en el color de la pantalla milésimas de segundo antes de hacer una foto para actuar a modo de flash y conseguir tonos más naturales de piel.
Rendimiento
Apple ha utilizado su - por el momento - procesador portátil más potente para el nuevo iPad Pro de 9,7": el A9X, exactamente el mismo que tenemos en el iPad Pro de 12,9", sólo que contando con la mitad de memoria que su hermano mayor, pasando de los 4GB a los 2GB. Para evaluar el rendimiento sintético de la nueva máquina, utilicé Geekbench 3.4.1 (AArch64), ya que además nos permitirá comparar el rendimiento con Macs de escritorio. Podéis revisar el informe completo del modelo de este modelo de 9,7" on-line, e incluso compararlo con el de su hermano mayor de 12,9".
Se confirmaron los 2GB de RAM tal como os comentaba, y salíamos de dudas acerca de la velocidad del procesador: en ambos modelos es la misma - 2,24Ghz - por lo que en ningún caso contaremos con un procesador "recortado". Para los que estéis preocupados por el rendimiento de un iPad Pro con 2GB de RAM, os confirmo que en mis pruebas, incluso utilizando varias fuentes de vídeo 4K (en iMovie), o varios cientos de fotos en Lightroom, el iPad funcionaba a la perfección.
Teóricamente, la reducción de RAM es porque en este modelo la resolución no es tan alta como en su hermano mayor. Evidentemente, hubiera sido genial si Apple dotara a este modelo también de 4GB, pero en el día a día difícilmente os encontraréis una diferencia como para notarlo: la conjunción de hardware y software de Apple - una de sus grandes ventajas - hace posible que podamos trabajar igual que con su hermano mayor.
En cuanto al rendimiento bruto de las pruebas, el resultado obtenido es incluso más potente que el del MacBook de 2015 (su informe en Geekbench), y se acerca mucho al MacBook Pro de 13" de principios de 2015 (informe en Geekbench) también. Ojo, porque recordemos que nos encontramos en una tablet que quiere convertirse en algo más y especializarse en ciertas tareas para las que los ordenadores se pueden estar quedando anticuados, sobre todo en la parte de creación y edición de contenidos.
La batería continúa con la tradición de durar aproximadamente unas 10 horas para navegación normal por Internet, vídeo o música, combinando la eficiencia energética del procesador A9X y la ayuda del coprocesador matemático M9 para liberar al primero de algunas de las tareas. Apple ha tenido que hacer aquí un esfuerzo a nivel de software para conseguir que no se note la pequeña disminución de la batería respecto a la del iPad Air 2 al necesitar espacio extra para los cuatro altavoces, y lo han conseguido con muy buena nota: no notamos ninguna disminución de autonomía.
Smart Keyboard y Apple Pencil: herramientas para un Pro
Aunque todos los que hemos utilizado un iPad desde el primer modelo hemos tenido teclados específicos o lápices para utilizar con la pantalla multitáctil, ninguno de ellos se acerca a la precisión y a las buenas ideas que Apple ha materializado con el Smart Keyboard y el Apple Pencil. Del segundo, ya hablamos en el análisis del modelo de 12,9": quien piense en él como un mero marcador se equivoca, es más una herramienta de precisión muy apropiada para un producto con el apellido Pro. El Apple Pencil nos pemite precisar detalles en los trabajos en los que el dedo jamás llegaría: conjugando con un hardware pensado para el iPad Pro y un software que aprovecha la ventaja para que la coexistencia sea lo más natural al usuario posible.
Si pasamos a hablar de uno de los accesorios imprescindibles para el iPad Pro, el Smart Keyboard de Apple se convierte es un esencial desde el día uno. Habiendo probado soluciones de otras marcas (Logitech tiene unos teclados fantásticos para el iPad, tal y como os comenté en la review del iPad Pro de 12,9") sin embargo Apple ha sabido equilibrar el tamaño, peso y comodidad de uso del mismo, extendiendo las posibilidades de las Smart Cover que nos descubrieron con el iPad 2.
El Smart Keyboard de 9,7" es físicamente idéntico al modelo de su hermano mayor: mismas teclas (aún en inglés, eso sí), misma disposición y mismos materiales. La diferencia es el tamaño de las mismas, aunque la separación entre ellas se ha contenido al máximo para que las manos se acostumbren a trabajar en este tamaño lo antes posible. En el modelo de 12,9", el teclado tiene el mismo tamaño que en un MacBook, pero en el de 9,7" teniendo menos espacio, Apple nos propone un teclado bien adaptado y cómodo de utilizar, desde el que ahora mismo os escribo estas líneas, por cierto.
El corto recorrido de las teclas, que sea fácilmente lavable ante manchas o líquidos - indispensable en un producto tan movible como éste - y el cómodo tacto hacen que nos acostumbremos pronto a su uso. Su facilidad de transporte y su facilidad para combinarlo con otras Smart Covers, lo convierten como ya he comentado en un indispensable, sobre todo porque no engorda ni aporta mucho más peso al conjunto: algo de agradecer cuando queremos llevarnos nuestro iPad Pro a cualquier parte.
Conclusiones
Apple ya nos lo comentaba en la keynote: hay un montón de gente por ahí con ordenadores antiguos que serían mucho más felices con un iPad Pro como éste. El problema con estas afirmaciones es que muchos lo entienden como un todo o nada: el iPad no tiene que sustituir el ordenador de la noche a la mañana, no nos levantaremos un día y pensaremos "jamás voy a volver a usar un ordenador". Para la compañía - y también es mi opinión - la transición a un nuevo momento de la informática moderna para por dispositivos capaces de hacer mejores tareas tradicionales, y además, hacer muchas cosas más.
Fijaos en la nueva sección "Experiencia" que tiene Apple dentro de la página del iPad Pro: nombran tareas que habitualmente hacemos - y alguna que no podíamos hacer de forma tan cómoda - y nos la resuelven como si fueran ingredientes. ¿Quieres editar y crear documentos? Ok, necesitas un iPad Pro + Smart Keyboard + Apple Pencil + La App de Microsoft Office. ¿Quieres hacer ésta otra cosa? Entonces necesitarás esto + esto + esto. La fórmula es sencilla: iPad Pro + accesorio/s + App.
El hardware ya está preparado para entornos profesionales en cuanto a potencia y las aplicaciones están madurando mucho. En mi opinión, una sección "Pro Apps" sería aconsejable para diferencias las aplicaciones profesionales de las domésticas, también en cuanto a precio, porque es distinto lo que un particular quiere pagar por una App y cuando puede pagar un estudio o una empresa. Esto daría cierta libertad a las grandes para sacar versiones idénticas - o mejores, que ahora pueden serlo - de lo que tenemos en el escritorio. Es todo parte de la transición en la que estamos ahora.
¿Es el iPad Pro un superordenador? Sin duda es un ordenador capaz de hacer muchas más cosas, y acercarnos a las que hacemos habitualmente de forma más cómoda. Es versátil, y cada vez lo será más, ya que detrás de todo hay una apuesta de Apple muy seria. Cada usuario debe calibrar qué necesita hacer con el iPad: ¿necesitas precisión, potencia y todos los nuevos accesorios que nos trae el apellido Pro, o con un Air será suficiente? Recordemos que la gama Air aún tiene mucha vida por delante, y la elección en esta generación sólo depende de lo que queramos hacer con él.
Que nadie intente sustituir su Mac por el iPad Pro de la noche a la mañana: la transición será de forma mucho más natural en iPads con tantas posibilidades como éste (ya está pasando)
Os voy a poner como ejemplo mi caso particular: jamás he pretendido pasar del Mac al iPad Pro porque aún hay cosas que quiero seguir haciendo en el escritorio. Por ejemplo, trabajar con varios monitores, ciertos accesorios o apps como Photoshop o Lightroom que en escritorio sigue siendo muy superior a la App que existe para iOS. Sin embargo, en los últimos meses es cierto que utilizo mucho menos el ordenador - escribo con el iPad Pro y el Smart Keyboard - y el trabajo ofimático también puedo hacerlo sin problemas en el iPad. Me permite cierta autonomía y comodidad al cargar con un dispositivo más ligero y con más posibilidades gracias al Pencil, a las aplicaciones que utilizo para ocio cuando salgo de viaje o incluso para vídeo conferencias.
Creo que el futuro inmediato pasará de tener un Mac de escritorio + un portátil a contar con un Mac + un iPad para trabajar fuera de casa, y que cada vez ambos sistemas operativos se comunicarán mejor e incluso llegarán a ciertos territorios comunes para trabajar como un único, gran ecosistema. Esa siempre ha sido la ventaja de Apple y este iPad Pro de 9,7" es otra carta encima de la mesa en esa dirección.
En Applesfera | Análisis iPad Pro de 12,9"
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