Las definiciones sobre algo a menudo esconden detrás una carga importante de la primera impresión: como seres humanos, tendemos a catalogar, clasificar y archivar todo lo que nos rodea. Nos hace sentirnos cómodos con nuestro mundo y nos da la sensación de tenerlo todo bajo control. En tecnología, juzgamos por asociación: relacionamos un dispositivo conocido por otro similar, o de una generación anterior, y le otorgamos una carga mayor de la necesaria al aspecto físico.
¿Pero cómo juzgamos por la apariencia los dispositivos con los que convivimos en 2014? No es nada sencillo tratar de buscar relaciones más complejas que la forma de un rectángulo – a la que casi se limita el diseño de muchos tablets, por ejemplo – cuando hace 15 años la apariencia física no era sólo una forma de presentar el producto, también de esconder sus componentes.
Apple define este nuevo iPad como “todo el ordenador que podrías necesitar, en una sóla pieza de cristal” y me parece una definición perfecta porque abstrae el concepto de iPad a algo más familiar. Esa frase, la compañía la dirige muy inteligentemente hacia los usuarios con la idea de cambiar esa primera impresión: estamos en el momento en el que la tecnología, como dijo el genio Arthur C. Clarke, es casi indistinguible de la magia. Y es que, aunque pueda parecer una simple iteración del concepto iPad, este iPad Air 2 es mucho más de lo que imaginamos.
iPad Air 2, diseño exterior
Cuando conococimos por primera vez el iPad Air 2, nos sorprendió que estéticamente, era exactamente igual que el anterior. Apple nos mostró la principal novedad física del dispositivo en el primer vídeo sobre él en la keynote: si el anterior tenía el grosor de un lápiz, éste era más delgado aún, mostrando como un láser cortaba “lo que sobraba”: básicamente, el bisel de la generación anterior.
Pero como comentaba antes cuando hablaba de las primeras impresiones, uno de los mayores y apreciables cambios físicos se ven cuando se sostiene uno, por primer vez en la mano: el peso. El increíble peso que consigue darnos la sensación de que sostenemos apenas una revista delgada, un portafotos mínimo o una pieza de un material ligero.
Desde que apareció el primer iPad, siempre he considerado éste como un factor decisivo: un dispositivo que se ha diseñado para sostenerse en mano, no puede ser pesado porque ello menoscabaría la experiencia de usuario. Por ello consideré un factor muy negativo hasta la llegada del iPad Air, donde Apple hizo un trabajo de ingeniería fantástico.
Sin embargo, lo conseguido con el iPad Air 2 es digno de destacar. Sobre el papel son sólo 32 gramos menos de peso que la generación anterior, pero el perceptible adelgazamiento y la ligereza de este modelo hacen que en mano nos de la impresión de que sostenemos una maqueta más que un dispositivo puntero en tecnología. Podemos leer o andar con él sujetándolo con una sola mano sin notar consancio y siendo muy cómodo para utilizarlo. El trabajo de diseño es realmente impresionante y me pregunto donde estará el límite físico para generaciones posteriores.
Una apariencia como la del iPhone 6 tampoco hubiera sido mala idea
En cuanto a apariencia, sí que me hubiera gustado quizás un diseño más similar a los iPhone 6 de esta generación, que al iPad Air de la pasada. Creo que los bordes redondeados y esa continuidad entre el cristal y el aluminio trasero hubieran quedado magníficos en un iPad, que además hubieran cuadrado también con un salto cualitativo de generación que incluiría los cambios internos con los que ya cuenta de hardware, apariencia física y el nuevo sistema operativo. Sin embargo, el diseño actual sigue siendo impecable, cómodo y espectacular en el uso diario.Algo que no me ha gustado del nuevo diseño es cómo el alto volumen de los altavoces internos puede hacer temblar ligeramente desde el interior al iPad Air 2, quizás porque existan aún huecos entre componentes (sobre todo por la parte central trasera). ¿Todavía tienes espacio para adelgazarlo más, Apple? Con el tamaño actual, es difícil pensar que así sea. En cualquier caso, es algo que no tiene mucha importancia pero que quería comentar. El sonido sigue siendo, a nivel de potencia y calidad, exactamente igual que en generaciones anteriores: un poco justo para ocasiones puntuales.
La desaparición del interruptor de bloqueo / silencio lateral también ha sido muy comentado durante el lanzamiento del dispositivo, pero no le veo mayor problema: iOS ahora muestra dos botones independientes en el centro de control para que podamos activar o desactivar cada característica. No es tan cómodo como antes - no creo que el diseño justifique esa desaparición - y aunque a algunos usuarios les molestará tener que acceder al diseño operativo para hacerlo, no influye en el uso cotidiano que le demos. Un botón menos, debió pensar Apple.
El TouchID ya está en los iPad: algunos contamos los días para que llegue al Mac
Hablando de botones, ya tenemos Touch ID en los iPad. Creo que todos veíamos como algo lógico este paso, por el que Apple está apostando fuerte sobre todo ahora con Apple Pay. La implementación en el iPad del sensor de huellas funciona y responde de la misma forma que en los iPhones, y es parte de un proceso de estrategia de la compañía que veremos potenciado en el futuro. De hecho, me pregunto – y cuento los días y las horas – hasta que Apple decida añadirlo a sus teclados y podamos desbloquear el Mac con nuestra huella.La pantalla vuelve a sorprender
¿Qué es un iPad si no es enteramente una pantalla que hace las veces de “ventana” a nuestro contenido digital? Quizás, la parte más importante del dispositivo, que además actúa de interfaz táctil para el usuario, por lo que tiene que contar no sólo con una alta rapidez de respuesta, sino también una gran calidad de imagen. ¿Cómo lo ha hecho Apple hasta ahora? Incorporando una capa por cada uno de estos elementos: una era el cristal, otro el sensor táctil y otra la propia pantalla LCD.
La laminación única de las capas que componen la pantalla suponen un salto cualitativo importante calidad sin invertir en nuevo hardware: ¡bien jugado Apple!
Sin embargo, en el iPad Air 2 han replanteado este concepto y la tecnología se lo ha permitido: lo que tenemos entonces es una únca capa que contiene el cristal, el sensor táctil y pantalla. Esto consigue un nivel de claridad y definición que – sinceramente – nunca había visto en una pantalla. La publicidad habla de que casi tenemos los píxeles bajo nuestros dedos, y es esa precisamente la sensación. No hay huecos de cristal, no hay profundidad en el vídrio, no hay sensación artificial de tocar algo alejado de nuestros. Se puede ver apreciablemente si comparamos los bordes de la pantalla del iPad Air con los del nuevo iPad Air 2.
Como véis, la distancia entre el cristal y la pantalla es apreciable, y no sólo se nota en la apariencia de la pantalla, también en la calidad de colores, definición y saturación. La pantalla de la generación anterior era fantástica, pero este pequeño cambio le da un nuevo giro: contar con menos capas entre la información y su representación en el cristal hace ganar de una claridad y una profundidad de color muy apreciable, porque se eliminan los “filtros” que aunque extremadamente delgados añaden difusión a las imágenes.
Y estamos hablando de las mismas características técnicas: 264ppp de resolución, 2048x1536 pixeles, misma tecnología IPS. Sin embargo, y como podréis apreciar, detalles como la combinación de las capas son las que pueden marcar una diferencia apreciable. No todo es una carrera de números – Apple no lo entiende así – y aplica también a la sensación de la “primera impresión” que podría causar leer sobre el papel la diferencia entre este iPad y el anterior.
La supuesta mejora antireflejos en la pantalla apenas es apreciable: una pantalla LCD siempre será una pantalla LCD
Apple también habla de una película anti reflectante aplicada sobre el cristal de la pantalla para que el iPad pueda ser más fácilmente legible en el exterior. En mis pruebas, como ya comenté en las primeras impresiones, no he notado ninguna mejora apreciable en este aspecto. Si bien es cierto que la mejora en la nitidez y profundidad de los colores de la pantalla ayuda a que sea más visible, no es algo realmente destacable cuando nos encontramos en exteriores, o bajo la luz directa del sol: su visibilidad sigue siendo complicada. Al final, una pantalla LCD es una pantalla LCD.Nuevo procesador y eficiencia energética
Como viene siendo habitual en las últimas generaciones de iPads, el nuevo iPad Air 2 cuenta con una nueva variación del chip A8 que ya vimos en los iPhone 6 y iPhone 6 Plus: el chip A8X. Para Apple, esa "X" indica una nueva versión mejorada del chip original que en el caso del iPad Air 2, cuenta con 2GB de RAM incorporados y tres núcleos de procesamiento a 1,5Ghz.
En términos de rendimiento, la compañía nos cuenta que puede ser casi dos veces más potente que el iPad Air del año pasado, gracias - además de la mejora en su hardware - debido al uso de la nueva API Metal de iOS 8, que permite exprimir al máximo la GPU para obtener gráficos sorprendentes para un dispositivo como éste.
Y los resultados desde luego cuadran con los números: iOS 8 tendrá sus cosas por pulir, pero es cierto que la potencia a nivel gráfico se ha visto muy mejorada, y es cuestión de tiempo que los desarrolladores comiencen a usarla de forma masiva en juegos y aplicaciones con alta demanda de cálculo para gráficos. Como hablaremos más adelante, ésta mejora pone patente el esfuerzo de la compañía en ofrecer con el iPad como un potente estudio de edición creativa móvil, en un asombroso diseño físico.
Estas mejoras no sólo se traducen en potencia, también en eficiencia energética: generación tras generación el iPad mantiene una autonomía de unas diez horas aproximadamente, y no es un mal dato en absoluto. Modelo tras modelo, se mejora la potencia y este aumento de potencia conlleva un coste energético que Apple sabe contener optimizando la relación entre su hardware y software.
La potencia del nuevo chip A8X convierte al iPad Air 2 en un potentísimo ordenador miniaturizado que puedes llevarte a cualquier parte
A todo ello sin duda le ayuda al coprocesador de movimiento M8 - el mismo que tienen los iPhone 6 y iPhone 6 Plus - que descarga al procesador principal de las tareas pesadas a la hora de procesar la información que llega desde los sensores del dispositivo. Por cierto, en este nuevo iPad Air 2 Apple añade el barómetro a la lista de sensores disponibles, perfecto para medir altitud, aunque aún no se le haya sacado mucho rendimiento en aplicaciones que lo utilicen.
Es importante llamar la atención sobre la potencia de este dispositivo: lo que con el iPad Air 2 parece a simple vista un rectángulo extremadamente delgado, es todo un ordenador miniaturizado, e incluso ya supera en potencia bruta a algunos modelos de portátiles que sólo cuentan con tres o cuatro años.
La cámara: las fotos con iPads sí tienen su lugar
Uno de los cambios representativos en esta nueva generación del iPad Air 2 es la mejora en la cámara. Y es un cambio significativo, porque nunca se había considerado como un punto importante dentro de un iPad (de hecho, el iPad original no llevaba). Cuando se incorporó al dispositivo, su presencia fue casi anecdótica y más por aprovechar la enorme pantalla para visualizar fotografías que para utilizarlas en procesos creativos.
¿En qué momento han cambiado de opinión los usuarios sobre el uso que hacen de los contenidos que capturan directamente con la tableta? Justo en el mismo momento en que el iPad comenzó a tener la suficiente potencia como para contar con herramientas de edición creativa. Tímidamente se fue mejorando la cámara en el iPad 3 y 4, pero no fue hasta la llegada de los 64-Bits en el iPad Air hasta que no se tomó en serio, ya que el ritmo de mejora de la cámara no estaba alineado con la potencia que se alcanzaba en cada nueva generación.
Apple por fin se toma en serio la captura de contenidos con el iPad
Con el iPad Air 2, Apple ofrece por fin una solución completa: una mejora notable en la cámara del dispositivo y una nueva generación – la más potente – de sus procesadores de 64-Bits, que ofrecen a los usuarios un producto de edición y creación creativa a la vez que un dispositivo para capturar fotos y vídeos con el que dar vida a las creaciones. La potencia con la que Apple ha dotado a los desarrolladores para que ofrezcan soluciones en forma de aplicaciones a quienes demandaban estas características en el iPad, es realmente impresionante: no hay más recordar el ejemplo que vimos en la keynote con la aplicación Replay, donde se aplican efectos en tiempo real a vídeos en alta definición. Sin ralentizaciones o tiempos de procesado previo.La cámara del nuevo iPad no sólo aumenta en megapíxeles, también cuenta con un nuevo sensor y una mejora en la óptica, todo ello potenciado por el procesador de imágenes del nuevo chip A8X, que permite un enfoque más preciso y rápido, y se traduce en imágenes más claras y nítidas. En mis pruebas, he comprobado que esta mejora significativa en la velocidad se nota en las fotografías, aunque quizás no habría sido mala idea incorporar la estabilización óptica del iPhone 6 Plus para potenciar las fotografías con poca luz. Las imágenes panorámicas de 43 megapíxeles son realmente espectaculares, gracias a la facilidad para tomarlas y revisarlas con una pantalla de 9,7” pulgadas.
Si hablamos de la cámara FaceTime, Apple también la mejora mejorando la captura, y las imágenes se aprecian notablemente más nítidas y sobre todo con mayor claridad. Es una buena cámara para videoconferencias, pero para poco más: la velocidad del procesador ahora nos permite capturar 10 fotos por segundo también en esta cámara, pero no es algo relevante en cuanto al conjunto de características del dispositivo.
El procesador de imagen del chip A8X aporta velocidad para mejorar las prestaciones de la cámara de fotos y vídeo
La mejora de la cámara con las tareas de vídeo también es apreciable: la captura de vídeos en 1080p a 30fps y la grabación en cámara lenta a 120fps, aportan muchas más posibilidades creativas que podemos capturar directamente con el iPad 2. Los vídeos a cámara lenta son realmente espectaculares, aunque estén limitados a 720p. Además, la potencia del iPad Air 2 hereda la característica TimeLapse desde iOS 8, también muy interesante para capturar y editar en una pantalla de este tamaño.
El resumen es que Apple por fin se toma en serio el iPad no sólo como un dispositivo para tratar imágenes o vídeos, sino también le dota de la capacidad de capturarlas directamente en él con buena calidad. En mi opinión, una muy buena decisión que pone en manos de los desarrolladores y sus aplicaciones el facilitar a los usuarios aplicaciones que exploten aún más sus contenidos.
Los cambios en las fundas
Las Smart Cover del iPad Air son totalmente compatibles con el iPad Air 2. Podemos utilizarlas sin problemas, y no ha salido ninguna versión exclusiva para este nuevo modelo. Sin embargo, sí hay algo que tenemos que tener en cuenta si pensábamos aprovechar las Smart Case de un iPad Air en el nuevo modelo: aunque las dimensiones son correctas, los huecos para los botones, no coinciden.
El grosor no es problema, ya que el iPad Air 2 quedará unos milímetros por debajo del perfil, pero el cierre y la apertura no sufrirán muchos cambios en el uso. Sin embargo, algunos de los botones no serán accesibles. Si sólo la utilizáis para transportarlo, y un uso sin necesidad de acceder a los botones, podréis aprovechar una funda anterior. En otro caso, necesitaréis una nueva funda adaptada para las características del iPad Air 2 de Apple, o de algún otro fabricante.
iOS 8: Apple, aprovecha las oportunidades
Estamos hablando que tenemos entre manos - nunca mejor dicho - uno de los dispositivos que combinan ligereza y potabilidad sin precedentes con una potencia contenida asombrosa. Todo ello también depende de la interconexión del software y el hardware, algo que Apple sabe utilizar muy bien con características como Handoff en iOS 8.
El nuevo sistema operativo para la tableta de Apple la dota de más características, de más potencia. Aquí, la actualización a la octava revisión del sistema no ha causado tantos problemas como en los iPhone, pero aún así echo de menos una vuelta de tuerca que elimine de mi cabeza la sensación de estar viendo "más de lo mismo" en una pantalla de 9,7": Apple, debes aprovechar el iPad y sus posibilidades con iOS.
Comienza a ser imprescindible que iOS 8 soporte multiusuario en los iPad: con TouchID podría ser sencillo y muy bien resuelto
Comienza a ser imprescindible - e imperdonable, si me lo permitís - que el iOS 8 en un iPad aún no cuente con distintas cuentas de usuario o perfiles para un uso familiar o entre distintas personas. Es un dispositivo concebido para compartir contenidos también, y ser disfrutado entre distintas personas: ¿por qué no utilizar TouchID para cambiar entre usuarios fácilmente? Sería una magnífica y fantásticamente implementada opción, y lo que muchos usuarios esperamos desde hace años.
Conclusiones
Cuando salió el iPad original, era escéptico respecto al uso que Apple estaba dándole. Lo veía como una mera ampliación de un iPhone, y una mayor pantalla no me parecía suficiente como para resultar una herramienta atractiva para los usuarios. Se podían conseguir cosas, pero le quedaba mucho rodaje aún en una categoría que el mercado no llegaba aún ni a sondear.
Con el paso de los años, los iPad han ido adaptándose: a los usuarios, a las necesidades y al uso cotidiano de algo que se ha convertido en uno de los dispositivos móviles más importantes de los últimos cinco años. A ello han ayudado la legión de desarrolladores de la App Store que vieron en el iPad un nuevo campo de juego al que aportar nuevas ideas que hacían crecer el valor de un tablet basado en una idea que se revalorizaba generación tras generación.
Hoy, el máximo exponente de esta evolución es el iPad Air 2, un modelo sorprendente en potencia, en prestaciones y con un diseño extrafino que parece sacado de una película de ciencia ficción. Apple por fin parece dotarlo de carácter propio y ha sabido encontrarle un sentido enfocándolo tanto como una herramienta creativa extraordinaria, como un simple dispositivo para leer páginas de internet como posiblemente estés haciendo ahora mismo.
Mejora en cada punto a su predecesor y abre las puertas a una nueva generación de iPads enfocados como herramientas de creatividad móvil
Esta generación debería haberse llamado iPad Air S, más que iPad Air 2, porque aporta los símbolos que Apple dota a sus modelos S: diseño prácticamente idéntico, y mucha más potencia. Es un iPad magnífico, desde el momento en que sostiene en la mano, hasta que se trabaja con su pantalla impecable en visibilidad y su rendimiento increíble. Es cierto que iOS 8 debe madurar como sistema operativo para tabletas, pero la App Store y su montaña de aplicaciones diseñadas para iPad acercan la frontera entre lo que imaginamos y lo que podemos hacer. Y es un gran paso adelante.
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