Tras un primer iPhone sin apenas preocupaciones, llego un segundo al cual empece a cuidar un poco más y por último un tercer modelo al cual cuido como un niño.
Hasta ahora he pasado por casi todos los tipos de fundas que existen en el mercado: de silicona, invisibles, de cuero... pero me faltaba probar unas, las tipo “carcasa”.
Las hay de un montón de marcas modelos y tamaños, pero me decidí por la más barata y resultona de todas las que he visto, una carcasa que curiosamente cuesta poco menos de un euro con los gastos de envío incluidos.
La carcasa en si tiene un acabado normalito, no es nada del otro mundo, pero mantiene la trasera de nuestro terminal impoluto y además apenas modifica el tamaño, peso y diseño del terminal, algo bastante importante. Cuentas además con varios acabados y colores que se ajustan perfectamente al terminal. No son ni de lejos las mejores fundas que he tenido, pero por su precio no podemos encontrar mucho más en el mercado que de tan buenos resultados.
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