No hace demasiado leía un estudio llevado a cabo por una conocida aseguradora sobre los trucos favoritos de los españoles para evitar dar positivo en el control de alcoholemia que concluía que un 10% de los conductores confía en la efectividad (y por lo tanto, ha puesto en práctica en un momento u otro) de sistemas tan variopintos como chupar granos de café o monedas de cobre (¿?), masticar chicle o césped (¡¿?!), beber agua o incluso lamer la batería del móvil (¡¡¿¿??!!).
Los usuarios de iPhone ni tan siquiera tenemos esta última opción y dado que hacer flexiones o esperar una o dos horas a que se nos pase la corgorza tampoco funcionan, quizás este alcoholímetro no sea una mala idea después de todo. Alcohoot se conecta a la entrada de auriculares del teléfono y entre otras cosas nos permite hacer un seguimiento de nuestra tasa de alcohol que probablemente nos confirme algo que pocos sospechan: conforme avanzan las horas la tasa aumenta en lugar de disminuir incluso aunque haga rato que dejamos de beber.
Alcohoot tiene un precio de 119 dólares y además de un surtido de boquillas intercambiables también cuenta con una batería de ion-litio capaz de aguantar hasta 500 test con cada carga y una app gratuita con algunas funciones más o menos interesantes (aunque muchas de ellas no disponibles en nuestro país) como la búsqueda de restaurantes cercanos a pie o la integración con el servicio de taxis/conductores UBER.
Tened cuidado estas navidades, recordad que la tontería os puede costar mucho más que no llegar a ver el diseño del iPhone 6 el próximo año.
Vía | iClarified Sitio oficial | Alcohoot
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