Cuando Steve Jobs anunció ayer la bajada del precio del iPhone a 399 dólares frente a los anteriores 599 dólares, más de uno se debió de acordar instantáneamente de todos y cada uno de los familiares (vivos y difuntos) de nuestro CEO preferido. No es para menos; y si hasta los nuevos iPods cogieron a más de uno por sorpresa (inconvenientes de no leer asiduamente Applesfera), imaginad a los que han visto volar de su bolsillo los 200 dólares de diferencia sobre un producto con poco más de dos meses en el mercado.
Pero veamos las opciones que tenemos tras el cabreo. En los EE.UU. las tiendas de AT&T aceptan devoluciones hasta 14 días después de la compra (15 si lloramos un poco y tenemos una pizca de suerte), mientras que en las Apple Store el margen se reduce a 10 días. En España y pese a la creencia popular, no existe ninguna ley que obligue a la devolución del dinero dentro del plazo de los 15 días posteriores a la compra, y aunque se asume como una costumbre habitual, está más motivada por aquello de que un cliente insatisfecho se lo cuenta a 11 personas y uno satisfecho sólo a 3. Entonces, ¿no tengo derecho a esos 15 días? Bueno, en realidad sí, pero solo si el vendedor no especifica lo contrario previamente por lo que si habéis comprado un iPod recientemente tal vez estéis a tiempo de darle el cambiazo.
Volviendo al tema de la rebaja del iPhone y las posibles razones que han podido originarla, existen toda clase de teorías que vienen a la mente de manera inmediata. Aunque se dice que Apple alcanzará los cuatro millones y medio de unidades vendidas para final de año y Jobs afirma estar convencido de llegar a los diez millones durante el primer año desde su lanzamiento, tal vez las ventas no estén funcionando al ritmo esperado. Una rebaja superior al 30% es mucha rebaja para un producto que se está vendiendo como rosquillas (y sino que le pregunten a Microsoft y su continuo plan de rebajas sobre rebajas del Zune).
Otra posibilidad es que, tal y como afirma Jobs en la entrevista de USA Today, quieran pisar el acelerador y ejercer aún más presión sobre sus competidores en el mercado de los Smartphone. Jugar la baza del precio en lugar de limitarse a la de la exclusividad. No parece descabellado, pero sin duda es algo extraño modificar la estrategia de venta de un producto en tan poco tiempo y cuando aún se encuentra (según todos los indicadores) en la cresta de la ola.
Por otro lado, la eliminación modelo de 4GB (y su rebaja a 299 dólares hasta fin de existencias) junto al lanzamiento del iPod touch en versiones de 8 y 16GB solo pueden conducir a una cosa: un nuevo iPhone de 16GB por 499 dólares. Mi única duda en este aspecto es si será una actualización silenciosa anunciada con un mero banner en la web de Apple o si por el contrario esperarán al lanzamiento del iPhone en el mercado Europeo.
Dejaremos para otro artículos nuestros sueños de una política de desarrollo de aplicaciones más liberal y consecuente con el panorama de los hacks para el iPhone, así como la deseable actualización con soporte 3G o, por qué no, HSDPA. Por ahora ya hemos tenido suficientes emociones fuertes.
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