A Fondo: Transmisor/cargador de coche RDS FM Kensington para iPod

A Fondo: Transmisor/cargador de coche RDS FM Kensington para iPod
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Antes de empezar con el análisis voy a hacer una pregunta a todos aquellos que tengáis coche: ¿No estáis hartos de escuchar siempre los mismos CDs en el coche?

A ver si os suena la historia: Grabas un CD con tus canciones preferidas, lo metes en el coche y ya está... seis meses escuchando las mismas canciones (la mayor parte de las veces en el mismo orden) hasta que finalmente el disco se estropea tanto que no te queda otra que vencer la flojera y volver a grabar un nuevo CD con otra selección de canciones que terminarás odiando.

Con este pensamiento y tras valorar las diferentes alternativas que tenía para conectar mi iPod al coche, me decidí por uno de los transmisores FM de Kensington, concretamente el modelo con RDS (que permite visualizar el título y el autor de la canción que suena en la pantalla del equipo de música del coche) y tecnología ClearFM (que, según el fabricante, reduce el ruido en la señal y mejora la separación estéreo).

Su funcionamiento es sencillo: el transmisor se conecta al mechero del coche y al iPod (que de paso se va cargando mientras lo usamos) y emite en la frecuencia FM que le indiquemos la música que esté reproduciendo el iPod. Sintonizamos la misma frecuencia en el coche y listo... se acabó la monotonía musical. Este modelo cuenta con tres botones en los que almacenar las frecuencias FM más limpias que logremos encontrar, es decir, aquellas en las que no exista ninguna transmisión externa; lo cual vendrá muy bien a aquellos que se muevan por distintas ciudades o zonas con diferentes niveles de recepción. En mi caso, una sola frecuencia me basta para disfrutar de un sonido bastante limpio en mis trayectos más habituales. Eso sí, un consejo para los que estéis acostumbrados a poner la música bien alta: a un nivel normal es fácil hacer que el ruido de fondo sea virtualmente imperceptible, pero cuanto más lo subimos, más evidente se hace este también por lo que tendréis que afinar al máximo para encontrar una frecuencia realmente limpia (algo complicado en una gran ciudad e imposible en una capital).

Como podéis ver en las fotos, cuenta con un gran diseño en negro y metálico (los controles son de acero inoxidable) que se adapta bastante bien a la mayoría de los coches sin llamar la atención sobre su presencia. Compatible con todos los modelos de iPod, he comprobado que el sistema RDS no funciona con mi iPod mini (al menos con el equipo de serie de los Toyota Corolla) aunque no tuve problemas con el iPod nano por lo que es probable que los poseedores de modelos relativamente antiguos tengamos que conformarnos con escuchar y no ver el título y artista de la canción más que en la pantalla del iPod.

Tal vez 89 euros sea una cantidad excesiva teniendo en cuenta que hay modelos desde prácticamente la mitad, pero la verdad es que a falta de poderlos someter a una batería de pruebas para comparar sus diferencias reales, no quise arriesgarme a una calidad de audio inferior a lo técnicamente posible bajo la tecnología FM. Por supuesto, no podemos olvidar que existen soluciones alternativas no demasiado más costosas que pasan por añadir una entrada de audio al equipo del coche. La calidad del sonido será considerablemente mejor, aunque renunciaremos a la portabilidad (no podremos conectar el iPod a los coches de nuestros amigos) y tendremos que acudir a un taller especializado para que realicen la instalación (en mi caso el impedimento decisivo... bastante trastorno me suponen ya las revisiones).

Sitio Oficial | Transmisor RDS FM Kensington

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