El próximo CEO de Intel, Pat Gelsinger, aún no ha tomado posesión del cargo. Pero ya está preparándose para tomar las riendas de la compañía y animar a las tropas ante la guerra que se les avecina. En una reunión online con todos sus empleados, Gelsinger ha apuntado a Apple como el enemigo a batir.
Una compañía de "estilo de vida" que ha dado un repaso a Intel
Debemos entregar mejores productos al ecosistema del PC que cualquier otra cosa posible que haya lanzado una compañía de estilo de vida de Cupertino. Tenemos que ser así de buenos, en el futuro.
Las palabras las recogió The Verge hace casi dos semanas, pero que con los días han cobrado más relevancia. Gelsinger pretende con ellas animar a sus propios empleados al tiempo que lanza un dardo a Apple, aunque sin malicia excesiva. Debe enmarcarse dentro del discurso que puede dar un dirigente a un equipo con la moral baja, aunque con un punto de orgullo y amargura por las glorias del pasado.
Intel lleva varios años de tropiezos en sus planes de reducir el tamaño de los chips que diseña y fabrica. Dos días antes de las palabras del CEO en ciernes, la compañía presentó su decimosegunda generación de procesadores con un proceso de fabricación de 10nm (el de Apple es de 5nm). Estos esfuerzos no han sido suficientes para acallar las voces críticas que han surgido entre sus propios inversores.
Ese mismo día se anunció la partida del aún actual CEO, Bob Swan, así como la exploración de otras alternativas estratégicas. Algo que pedían desde la firma de inversión Third Point, uno de los grandes accionistas de Intel.
Lo cierto es que los Apple Silicon M1 han dado un auténtico repaso a Intel en tres variables clave: autonomía, potencia y calor generado. Y ofrecer una alternativa propia le va a llevar a Intel muchos años de esfuerzo y trabajo. Muchas cosas van a tener que cambiar en el gigante del silicio de antaño para poder recuperar el aliento y combatir de nuevo en las grandes ligas.
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