De todos los rumores que circulaban alrededor del nuevo iPhone antes de su presentación, el que probablemente más habría cambiado la percepción que muchos usuarios han tenido (quizás injustamente) del iPhone 4S habría sido sin lugar a dudas el aumento de tamaño de su pantalla hasta las cuatro pulgadas. Evidentemente habría acarreado también un cambio de diseño, o como mínimo, un ensanchamiento del actual, pero en este caso, creo que la pantalla por encima del diseño, habría sido lo más decisivo.
Cualquiera que haya visto la enorme pantalla de 4” de muchos de los últimos teléfonos Android o Windows Phone 7 sabrá lo atractivas que resultan. Pero, ¿realmente nos conviene caer en la tentación? Para el diseño y especialista en experiencia de usuario Dustin Curtis, la respuesta por sorprendente que parezca es no. Según Curtis, cuando sostienes con una mano un teléfono como el Samsung Galaxy S II, “el mejor teléfono Android que puedes comprar actualmente”, pronto descubres que que no puedes alcanzar el otro lado de la pantalla con el pulgar.
“Tocar la esquina superior izquierda del Galaxy S II con su pantalla de 4,27”, utilizando una mano, mientras caminas por la calle mirando Google Maps, es extremadamente difícil y frustante. Saqué mi iPhone 4 para hacer una prueba rápida y resulta que cuando lo sujetas con la mano y articulas el pulgar puedes llegar a casa exactamente el otro lado de la pantalla. Esto significa que es más fácil tocar cualquier parte de la pantalla (...) Es prácticamente imposible hacer esto con el Galaxy S II.”
Este es un ejemplo de una de esas decisiones de diseño que no se suelen apreciar hasta que ves a alguien haciéndolo mal. Es una de las cosas que hace a los productos de Apple ser productos de Apple.
Sin ánimo de entrar en una nueva guerra entre modelos concretos de teléfonos, lo cierto es que tras realizar la misma prueba es facil alcanzar la misma conclusión de Curtis. Las 3,5” establecidas en la primera generación del iPhone y mantenidas hasta la actualidad en el iPhone 4S cobran más sentido que nunca.
Por supuesto, al final la última palabra la tenemos los consumidores optando por un producto u otro. A un lado, la usabilidad, no siempre evidente a ojos inexpertos. Al otro, el evidente atractivo de una enorme pantalla. ¿Será capaz de encontrar Apple argumentos suficientes para mantener un tamaño contenido o terminará ganando el departamento de márketing, arrastrado por la tendencia del mercado? De partida, sin necesidad de recurrir a ningún supur gurú estadounidense, os recomiendo que repaséis el artículo que mi compañero Aitor publicaba ya en abril tras comprarse una Desire HD de 4,3” meses antes del lanzamiento del iPhone 4S.
¿Qué opináis vosotros? El tamaño importa, sí, ¿pero para mal o para bien? ¿Queréis un iPhone 5 de cuatro pulgadas o preferís que sigan las cosas como están?
Vía | Dustin Curtis
En Xataka Android |Samsung Galaxy S II vs Apple iPhone 4S, lucha de titanes
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