Nada como ver por dónde van las restricciones comerciales que aplica los Estados Unidos para comprender todas las mudanzas que los proveedores de Apple hacen (decidido por ellas mismas o desde Cupertino). En apenas unas horas de tiempo hemos sabido de dos noticias sobre los componentes de los futuros productos de Apple y dónde van a ser fabricados a partir de ahora.
Memoria hecha en el corazón de los Estados Unidos
El primer movimiento viene de una decisión de la propia Apple, que pasará a pedir la producción de chips de memoria para los iPhone a Samsung. Hasta ahora la empresa encargada era YMTC (Yangtze Memory Technologies), pero los Estados Unidos han decidido añadir esa empresa en una lista negra por aparentemente violar las regulaciones de exportación.
Samsung empezará a producir los chips de memoria NAND Flash que Apple necesita a partir de 2023, cosa que el usuario final no debería notar ni en cuanto a rendimiento del terminal ni en tiempos de entrega de los iPhone.
Por otro lado también hemos sabido que TSMC producirá sus chips de 3nm para Apple en Arizona, donde el proveedor ya está a punto de terminar una fábrica para ello y desde donde también se seguirán fabricando chips de 5nm.
Mover esta producción desde Asia a los Estados Unidos garantiza cierto nivel de disponibilidad de estos componentes después de unos meses convulsos en los que las medidas de China para frenar el COVID y otras tensiones geopolíticas han provocado que no haya suficientes unidades del iPhone 14 Pro para toda la demanda mundial. Además de ser todo un favor hacia los Estados Unidos: la planta de Arizona va a generar muchos puestos de trabajo para sus habitantes.
De nuevo, esto no van a ser cosas que los usuarios finales vayamos a notar, pero sí que son gestos que Apple y sus proveedores hacen buscando más seguridad de producción a largo plazo. Faltará por ver si esto afecta al precio de esos componentes y, por ende, al precio final de los futuros iPhone.
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