2015 ha sido un año muy diferente al que estamos acostumbrados los seguidores de Apple. Un año en el que las novedades han sido abundantes, tanto por la renovación de productos como la aparición de nuevas categorías y accesorios. Este año que termina está a punto de convertirse en el que marcará el fin de la transición hacia una nueva Apple.
Los cambios hasta llegar a este momento han sido numerosos. Por el camino, hemos visto cómo los esfuerzos de la compañía se han multiplicado por varias líneas. En 2015 hemos tenido nuevos iPhones 6s, un nuevo MacBook muy compacto pensado para un mundo sin cables y sin olvidar la llegada de la pantalla 5K al iMac de 21 pulgadas, además de la renovación de su hermano mayor.
Hasta aquí lo que cabría esperar si no llega a ser por la ausencia de renovación del iPad Air pero sí del iPad mini. Entonces, ¿por qué 2015 ha sido un año tan importante?
Tres nuevos dispositivos, tres nuevas plataformas
Apple Watch. Apple TV. iPad Pro. Cada uno de estos dispositivos es una plataforma. Como tal, es algo sobre lo que se puede construir. Son los primeros cimientos de tres edificios que Apple ha inaugurado a otros este año. A partir de aquí, tanto Apple como los desarrolladores y fabricantes de accesorios podrán incorporar sus propias ideas al conjunto.
Es tentador tomar estos tres productos y buscar con qué compararlos. Miramos cualquiera de ellos y lo colocamos al lado del iPhone o del Mac pensando que están a medio hacer. Y es cierto. Pero es una comparación injusta. El iPhone tiene casi nueve años a sus espaldas mientras que el Mac moderno alcanza casi la veintena. En todo este tiempo han podido evolucionar has convertirse en productos muy refinados.
El Apple Watch es el más singular de los tres. Tecnología punta en la muñeca del usuario, algo nuevo tanto para Apple como el resto de compañías que han creado wearables. Muchos ya consideramos al reloj de Apple imprescindible en nuestro día a día. Su lanzamiento me recuerda mucho a lo que se decía cuando el iPad vio la luz en 2010. La conversación giraba en torno a sus carencias en vez de en lo que podía hacer el dispositivo. Unos meses después, el iPad se convirtió en un éxito fulgurante.
El Apple TV de cuarta generación es la materialización de algo evidente: la llegada de las apps a la televisión. El set-top-box de Apple no es algo nuevo, pero sí que por fin abandona ese adjetivo de hobby para convertirse en una plataforma de pleno derecho. El iPad Pro es con seguridad el que menos llama la atención de los tres. Sin embargo, el aumento del espacio en la pantalla, la diferenciación de iOS 9 para iPad y el Apple Pencil le permitirán convertirse en otro edificio dentro del complejo de Apple.
Apple y su falta crónica de foco
Cuando haces todo lo posible para hacer el mejor producto, eso también significa que tu foco sólo puede estar en unos pocos productos - Jony Ive.
Hacer pocas cosas pero hacerlas muy bien. Con el aumento del número de plataformas dirigidas por los de Cupertino, uno puede llegar a pensar que han perdido el foco. El famoso a thousand no's for every yes, un millar de noes por cada sí, ahora es un millar de síes por cada no. ¿Qué hay de cierto en esto?
Si echamos la vista atrás, sufriremos un auténtico déjà vu. Durante el lanzamiento del iPod original en 2001 había pocas publicaciones que siguieran a Apple de cerca. Entre ellas estaba MacRumors, donde uno de los primeros comentaristas decía lo siguiente:
Me parece muy revolucionario. Aquí tienes una idea, Apple: en vez de entrar en el mundo de los cachivaches y juguetes, ¿por qué no le dedicas más tiempo a arreglar tu patética línea de servidores? ¿O acaso prefieres convertirte en una compañía de cachivaches glorificados?
Los que dudaban del iPod eran usuarios de Apple de toda la vida que veían cómo se desviaban cada vez más de los productos que más utilizaban. Las dudas fueron menos numerosas con el iPhone, aunque hubo quien también echó en cara a la compañía su pérdida de foco y la necesidad de dedicarle tiempo a otros productos, esta vez al iPod. Lo mismo sucedió con el iPad y ahora con el Apple Watch.
Año tras año, Apple es una compañía que se dedica a llevar la contraria a sus usuarios más veteranos. Y año tras año, de alguna manera consigue avanzar en casi todo lo que se propone.
La experiencia de usuario nunca termina
Los que seguimos la tecnología de cerca a veces nos fijamos demasiado en el futuro. "La siguiente generación de este dispositivo será mucho mejor que la de ahora" o "me gustaría que iOS 10 incorporara tal o cual función". Cuando llega ese momento y pasan unos meses, volvemos al punto de partida con otra lista de deseos nueva.
Desde este punto de vista es fácil perder la perspectiva de lo que se ha avanzado. Da la sensación de que todo lo que Apple ha hecho este año está a medio construir. O como decían en The Verge, Apple ha pasado el 2015 en fase beta. Pero si miramos hacia atrás veremos el camino andado y todo lo conseguido en estos años.
Lo que importa realmente es que la compañía de California mejore año tras año la experiencia de sus productos. Que cada renovación de un producto sea mejor que la anterior, porque con el paso del tiempo cambian los problemas, cambia el uso que le damos a los dispositivos y cambiamos nosotros. Por eso, la experiencia de usuario nunca termina de ser perfecta y siempre hay margen de mejora.
¿Ha sido este un año de betas para Apple? Es posible pero, ¿qué año no lo ha sido?
En Applesfera | Leyendo entre líneas: qué podemos deducir de los cambios en la cúpula de Apple.
Imágenes | Matthew Fern y FHKE.
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