Continúan las consecuencias de la guerra comercial entre China y EEUU. Y las compañías que se apoyan en la primera para producir productos que se importan a EEUU siguen buscando alternativas a los aranceles. Apple es una de las últimas tecnológicas en trazar un plan en el que, según Nikkei, ahora entra examinar la producción de los AirPods en Vietnam.
Primeras pruebas para unos AirPods vietnamitas
La empresa china Goertek, uno de los fabricantes subcontratados clave de Apple, comenzará a examinar este verano la resistencia de sus procesos de fabricación para la segunda generación de AirPods en la fábrica de audio de la compañía en el norte de Vietnam, según dos fuentes con conocimiento de los planes.
Así afirma el artículo de Nikkei que Apple está buscando maneras de disminuir su exposición a los aranceles estadounidenses. El informe asegura haber visto una comunicación de Apple a sus proveedores para que apoyen los esfuerzos iniciales de Goertek a pesar de que se trata de cantidades muy pequeñas.
Se ha pedido a los proveedores que mantengan sus precios invariables para esta etapa de pruebas de producción, que podrán ser revisados una vez que aumenten los niveles.
Al parece, los AirPods de segunda generación se han fabricado íntegramente en China hasta ahora. Las empresas encargadas de hacerlo son Inventec, Luxshare-ICT y Goertek, de modo que Apple ha pedido a al menos una de ellas realizar estas pruebas. Es interesante ver cómo se da por hecho que los precios en el país del Sudeste asiático serán más altos y que por eso necesitan ser fijados hasta alcanzar volúmenes suficientes.
Una estrategia "China + 1"
En el artículo se menciona la opinión de expertos en el sector. Estos afirman que Apple probablemente adopte una estrategia de producción centrada en China y apoyada por un segundo país en menor medida. De ahí que se refieran a ella como "China + 1".
Encontrar un sustituto completo para la capacidad china de producción es imposible. Pero trasladar una parte de ella a otros países del entorno no es descabellado. Las compañías tecnológicas, empujadas por unos aranceles a la importación de productos a EEUU, se verían forzadas a subir precios (al menos en parte) o a sortearlos produciendo en otros países exentos.
Apple parece querer optar por la segunda opción, aunque la sustitución acarreará mayores costes y complicaciones logísticas (queda por ver si trasladará esa subida al consumidor o la absorberá junto con sus proveedores). Quedarse en un único país no es una alternativa de futuro, no solo por las tensiones comerciales sino también por el deterioro de las ventajas del mercado laboral chino.
En cualquier caso, la acumulación de rumores y filtraciones indican que Apple busca diversificar la geografía de sus proveedores. Entre un 15% y un 30%, una porción que encaja con el peso de las ventas de EEUU y que bastaría para proveer al país con productos ensamblados fuera de China.
Indonesia, la India y ahora Vietnam son los países que más se están mencionando en los círculos de la industria. Curiosamente, la fabricación del nuevo Mac Pro volvería a China desde Texas. Aunque esto es un premio de consolación dado el bajo volumen de ventas que tendrá comparado con el resto de productos de la manzana.
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