Los vídeos futuristas de "productividad en el trabajo" realizados por Microsoft se han convertido en toda una tradición. Son como los anuncios de la Lotería de Navidad, fantasías, solo que en el caso de la Lotería, al menos existe una posibilidad de que sus promesas lleguen a hacerse realidad para alguien antes de que estemos todos calvos.
Pantallas gigantes y flexibles, proyecciones holográficas interactivas, wearables convertibles y un montón de interfaces con más motion graphic que sentido inundan un video plagado de déjà vus a sus hermanos de 2011 y 2009. La nota a pide de página y el plazo marcado siguen siendo los mismos en 2015 que en 2009: cómo la tecnología puede transformar nuestra vida en los próximos 5 a 10 años... lástima que no estemos ni remotamente cerca de las escuelas, casas y oficinas que se veían en el primer vídeo, con seis años ya de antigüedad.
Tirando también de archivo tenemos en cambio este otro vídeo inspiracional de Apple proyectado durante la WWDC 2013. La diferencia es clara, y pone de manifiesto cómo concibe cada compañía su papel en nuestras vidas. Microsoft mirando a un futuro lejano en el que Google y Apple han sucumbido quizás a algún tipo de enfermedad mortal y todos pasamos el día liados moviendo gráficas de aquí para allá sin que sepamos muy bien qué diablos están haciendo. Apple, mirando al presente y cediendo el protagonismo a los mismos desarrolladores que insuflan vida a sus dispositivos.
Y no, no todos tenemos piernas prostéticas ni hablamos lenguas en peligro de extinción, y ya puestos tampoco somos muy de recopilar datos bajo el agua. Por eso quizás, para la WWDC de 2014, Apple hizo este otro vídeo mucho más cercano al día a día de la mayoría...
Pero volviendo a los vídeos de Microsoft, lo gracioso del asunto es que una vez despojados de la tecnología de ensueño y las interfaces que "hacen cosas y no preguntes más", encontramos un discurso centrado en la interconexión y como esta enriquece la propia creación, distribución y manipulación de información. Un discurso que en su aplicación práctica, Microsoft hace tiempo dejó de llevar la voz cantante.
El esqueleto de ese mundo imaginado por Microsoft no es más que lo que hacemos cada vez que nos sentamos frente a nuestro Mac y seguimos exactamente por donde íbamos en nuestro iPhone o iPad con Safari, Mail o cualquier otra app compatible con Handoff y el resto de novedades de continuidad introducidas con iOS 8 y OS X Yosemite. Es lo que hacemos cuando compartimos con AirDrop, o más masivamente, con cualquiera de las apps de terceros que favorecen la comunicación y el trabajo en equipo. Hoy, no mañana.
En Applesfera | ¿Soñar con el futuro o hacerlo realidad? Una sencilla lección que aprender de Apple
Ver 23 comentarios