Recientemente hemos visto cómo los frutos de dos años de trabajo en Foursquare han salido a la luz en forma de una nueva aplicación, Swarm. Es el resultado de dividir los servicios de la compañía en dos: por un lado los check-ins (que a su misma vez se desprenden de la gamificación) y el contacto con nuestros usuarios, y por otro lado el descubrimiento de nuevos lugares junto con las opiniones de la comunidad general.
Centrémonos en Swarm, ya que la aplicación de Foursquare todavía tiene que cambiar durante los próximos meses y seguimos viendo lo mismo. He estado dándole algunas pruebas (aprovechando la excusa para visitar el Saló Internacional del Cómic de Barcelona), y mi impresión general es que no sólo se han dividido características: el enfoque ha cambiado completamente.
El check-in deja de ser el protagonista: lo que más importa ahora es ver si tenemos amigos cerca
El check-in ya no es el centro del servicio: Swarm quiere que encontremos a amigos que estén cerca y podamos hacer planes con ellos rápidamente, sin salir de la aplicación, y sin tener que hacer check-in. Podemos mostrar donde estamos con una precisión personalizable (la idea de decir simplemente el barrio en el que nos encontramos funciona muy bien), pero no tenemos que dejar registrado que hemos estado ahí.
Dicho esto, la pantalla principal de Swarm nos muestra cómo de cerca están nuestros amigos. A escasos metros, a kilómetro y medio o en un radio de 10 o 40 kilómetros. A partir de ahí, los contactos pasan a estar "muy, muy lejos". El porqué de estas distancias es sencillo: diferenciar los posibles planes según las exigencias de desplazamiento. Quedar con alguien que esté a menos de una milla es casi instantáneo, pero quedar con alguien que está a 30 kilómetros comporta un rato de coche o transporte público.
¿Y cómo se establece un plan? Hay una sección de la aplicación enteramente para eso, donde simplemente podemos dejar un mensaje y ver si los amigos que están cerca responden para quedar. Aquí no hay secreto, se trata de una simple interfaz para enviarse mensajes instantáneos.
Como podéis ver, el check-in sobrevive y podemos hacerlo fácilmente a través de un botón en la barra superior de la aplicación, pero ya no es esencial. Ya permitimos que la aplicación diga en qué barrio nos encontramos (recordemos que es opcional, siempre podemos decir que nos diga simplemente la ciudad en la que nos encontramos), precisión más que suficiente para poder hacer planes con cualquier conocido que se encuentre cerca. Pero si hacemos el check-in, Foursquare nos ofrecerá consultar los datos del local donde estemos a través de la aplicación compañera de Foursquare.
La idea de Swarm no es nueva, ya la aprovechan otros servicios, aunque son bastante específicos. Foursquare ha dado con un modo con el que compartir nuestra ubicación deje de ser tan delicado (no es lo mismo decir que estamos justo en la Apple Store de Passeig de Gràcia que decir simplemente que estamos en el centro de Barcelona), abriendo paso a un método eficaz para ver si hay alguien cerca para tomar un café juntos.
Esto también significa que tendremos que cuidar nuestra lista de amigos para que no sea demasiado extensa (de hecho lo primero que he hecho tras instalarme Swarm ha sido hacer limpieza), pensando simplemente en quién permitiría que viese mi localización y me propusiese hacer alguna cosa al vuelo o con cierta antelación. La interfaz ayuda mucho a hacerlo, y en poco más de un día ya he interactuado con los primeros valientes que también se ha instalado la aplicación. De momento se queda instalada en mi teléfono, con la sencilla idea de poder hacer planes y abandonar el check-in para siempre.
Sitio oficial | Swarm
Descarga | Swarm para iOS 7.0 o posterior (gratuito, iPhone/iPod touch)
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